*Más allá de la relación jóvenes-empleo y de la demanda, los programas de educación superior deben ajustarse al progreso del país, añadió.

Desde la perspectiva de María Luisa Chavoya Peña, coordinadora del doctorado en Educación de la Universidad de Guadalajara e invitada a la Universidad de Colima con motivo del 28 aniversario de la Facultad de Pedagogía, la falta de pertinencia en las carreras que se ofrecen en educación superior es uno de los principales problemas de México.

Para ella, “la pertinencia se refiere al desarrollo económico, social y cultural que deseamos para nuestro país y es algo que va más allá de la relación jóvenes-empleo. Por eso, la pertinencia de una carrera tiene que ser decisiva en el panorama de la educación nacional”.

Según Chavoya Peña, los principales problemas de la educación superior en nuestro país se refieren, en primer lugar, a la coordinación del sistema; segundo, a la formulación de políticas para un escenario tan diverso; tercero, al uso del financiamiento y la evaluación como vías de control y, finalmente, a la pertinencia de los programas.

La especialista en temas de política educativa y academia, señaló que la pertinencia debe ir más allá de si hay o no empleo para los profesionistas y habló también de los problemas y desafíos del sistema de educación superior mexicano apoyándose en datos y cifras oficiales en materia educativa.

También explicó la alta demanda de pocas carreras. Es notable que las instituciones de educación superior, comentó, actúen bajo la lógica del mercado; es decir, “donde hay más interés ofrecen una carrera, y no precisamente porque los muchachos la deseen”.

Chavoya habló sobre la complejidad del sistema educativo nacional por el número de jóvenes en edad de estudiar el nivel medio superior y superior (15-24 años de edad), la enorme mayoría de quienes no estudian y los que sí, y de las instituciones de educación superior mexicanas y su enorme diversidad.

También hizo un llamado a los alumnos de Pedagogía para que hagan de la investigación una forma de vida, “porque la educación de México lo requiere urgentemente debido a la carencia de investigadores; por cada millón de habitantes hay 11.2 doctores, y ya somos personas a punto de jubilarnos”.

“Yo no quiero retirarme para dejar de trabajar e investigar y sólo hacer ejercicios para la tercera edad; quiero seguir usando mi intelecto para el progreso de mi país. Espero que diseñen programas de atención para este grupo de habitantes”, finalizó Chavoya.