El profesor investigador de la Universidad Autónoma de Sonora, Fortino Corral Rodríguez, impartió el curso Cuento fantástico del siglo XIX, en la Facultad de Letras y Comunicación (FALCOM) de la Universidad de Colima, donde también realiza una estancia de investigación. Doctor en Español por la Universidad de Arizona, Corral Rodríguez es especialista en literatura hispanoamericana, y autor del volumen Senderos ocultos de la literatura mexicana. La narrativa fantástica del siglo XIX. Frente a unos treinta asistentes, Corral Rodríguez refirió que su curso se basa en una investigación realizada en la década de los noventa, en la que encontró que había rasgos importantes de literatura fantástica en escritores mexicanos como Vicente Riva Palacio y Luis González Obregón, entre otras figuras claves del cuento decimonónico. En entrevista, comentó que uno de los cuentos más logrados de este sub-género es el de Lanchitas, de José María Roa El profesor investigador de la Universidad de Sonora explicó que el cuento fantástico proviene de las leyendas y los mitos. “Se origina precisamente en la tradición oral y tiene como rasgo principal el manejo del miedo y del temor. El cuento fantástico del siglo XIX funciona como un conductor entre la leyenda que se cuenta en los hogares y la literatura”. De igual forma, explicó que hacia finales del siglo XIX la temática del cuento fantástico se enriquece. “Sufre, de alguna manera, los cambios e intereses de la época; de pronto, el cuento fantástico adquiere tonos metafísicos, espiritistas y esotéricos. No obstante, siempre mantiene un vínculo con las deidades malignas y los eventos fantasmagóricos, los cuales son un sello característico de este subgénero.” De hecho –añadió– algunos podrían confundir el sub-género fantástico con el realismo mágico por sus características similares, pero ostentan diferencias claves: “el cuento fantástico choca con los márgenes epistémicos mientras que el realismo mágico busca eventos extraños pero que sean aceptados socialmente. De igual manera, el factor clave es el miedo”, dijo Fortino Corral. Finalmente, sobre su estancia, dijo que se quedaba con una muy buena impresión de los alumnos y docentes de la Facultad de Letras y Comunicación, porque han logrado hacer un trabajo de equipo, y porque “veo que las licenciaturas están muy vinculadas entre sí; aprovechan los espacios en común y buscan trabajar para un mismo fin”. |