*La autonomía “nos exige ahora su fortalecimiento y su defensa, una defensa que incluya la reflexión conceptual, que implique cambios concretos e indique una ruta de compromisos y acciones a seguir en unidad”: Rector

*La mejor forma de defender la autonomía de la universidad es apostar por su vida académica, “si usted la vulnera se está vulnerando a sí mismo; es como darse un balazo en el pie. Lo que defiende a una universidad es su cultura, su capacidad científica y los proyectos institucionales que la vinculen con la sociedad”, añadió el conferencista.

Para el intelectual y escritor mexicano Jorge Medina Viedas, los enemigos íntimos de la universidad “son la indiferencia y el desafecto, incluso de algunos universitarios”; son los partidos políticos que hacen política en espacios universitarios “cuando su obligación es respetar a la institución en su esencia académica, y los sindicatos universitarios voraces, no los sindicatos per se, sino los que socavan con su fuerza política la vida académica”.

Son, añadió, “las capillas de dirigentes que se entronizan en las universidades y luego se convierten en una especie de casta burocrática que se cree que puede mandar por encima de los universitarios, que se olvida de los proyectos institucionales y actúa de forma individualista y egoísta para imponer sus propios intereses”.

Lo son también, dijo al impartir la conferencia “Autonomía universitaria” la mañana de ayer ante alumnos, funcionarios y directores de escuelas y facultades de la Universidad de Colima, “los provocadores al servicio de los enemigos externos de la universidad, los encapuchados que toman sus instalaciones. Todos ellos –estoy convencido– desconocen que la autonomía es la esencia de la universidad y por lo tanto no son capaces de entender que una universidad sin autonomía no es universidad”.

El evento se realizó en el Archivo Histórico y Hemeroteca de la U de Colima, en el que destacó la presencia de casi todos los rectores vivos, menos de Fernando Moreno, a quien su agenda le impidió estar en la conferencia. Allí estuvieron Mario de la Madrid de la Torre, Jorge Humberto Silva Ochoa, Carlos Salazar Silva, Miguel Ángel Aguayo López y Ramón Arturo Cedillo Nakay. Medina Viedas destacó la asistencia de ex rectores como una muestra de unidad y fortaleza universitaria.

En su discurso de bienvenida, el rector José Eduardo Hernández Nava dijo que en un tiempo que privilegia la sociedad del conocimiento y “donde se consideran esenciales la democracia, la libertad y la paz, donde se lucha por el respeto a las diferencias y se promueven la inclusión, la equidad y la justicia, las universidades públicas tenemos mucho que aportar como conciencia crítica de la sociedad, y para ello necesitamos contar con la autonomía”.

La autonomía, añadió Hernández Nava, “nos exige ahora su fortalecimiento y su defensa, una defensa que incluya la reflexión conceptual, que implique cambios concretos e indique una ruta de compromisos y acciones a seguir en unidad”.

Aclaró además que la autonomía no implica la no intervención del gobierno o que la institución esté exenta de rendir cuentas o de someterse a la fiscalización y control de los recursos públicos. “Implica sobre todo –añadió– una responsabilidad social que les otorga independencia a las universidades, tanto del Estado como de los diversos grupos de poder e interés particular”.

Medina Viedas dio un repaso histórico de lo que ha sido la autonomía, desde sus orígenes en Montevideo, Uruguay, en 1908, hasta la década de los sesenta en México, cuando el gobierno, dijo, concedió formalmente la autonomía a las universidades no porque pensara que la libertad es algo deseable, sino para evitar tensiones y conflictos sociales.
Habló de la relación tensa que existe entre los gobiernos y las universidades, sobre todo las públicas, porque desde sus orígenes, añadió, las universidades han sido islas donde se han mantenido vivas ideas como democracia y libertad, en un continente particularmente afecto a las dictaduras.

Algo que ha “distorsionado la función de las universidades”, afectando con ello su autonomía, comentó, es el “estado evaluador”, que surgió a principios de los ochenta con la creación de las reformas estructurales y que modificó radicalmente la entrega de recursos a estas instituciones. “Con la intervención planificadora y evaluadora del estado –dijo– y la exigencia de cada vez mayores requisitos, muchas universidades comenzaron a sentir que se violentaba su proyecto institucional”.

Para él, el tema de la autonomía en el país está muy vinculado con el de la falta de cultura democrática en algunos gobernantes. “La autonomía no sólo significa la defensa de la libertad de cátedra, sino la defensa de la integridad patrimonial de la Universidad”.
Las universidades chocan con la cultura autoritaria de algunos gobernantes, añadió Medina Viedas, director del suplemento Campus del periódico Milenio, porque resienten la crítica de las universidades, “cuando la condición crítica de la universidad es parte de su esencia vital”.

Se preguntó: “¿Cómo la universidad va mantenerse al margen de los problemas sociales? ¿Cómo los jóvenes van a dejar de ver lo que ocurre en su casa o en su entorno, todo lo que tiene que ver con el desempleo, la injusticia y la corrupción? Esta parte provoca que las autoridades estatales busquen que las universidades se mantengan en condiciones precarias”.

Para él, la mejor forma de defender la autonomía de la universidad es apostar por su vida académica, “si usted la vulnera se está vulnerando a sí mismo; es como darse un balazo en el pie. Lo que defiende a una universidad es su cultura, su capacidad científica y los proyectos institucionales que la vinculen con la sociedad”.
Los rectores, añadió, “deben huir de la política como de la peste, y si deciden hacer política, que ésta no se haga a expensas de la universidad. Cuando se mantiene distante de la política, se puede vivir mejor en la universidad y se garantiza la respetabilidad de la propia sociedad”.

Por último, dijo Jorge Medina Viedas citando a Gilberto Guevara Niebla, “si la autonomía es la construcción de un gran proyecto ético, es tiempo de que repensemos la universidad, de reflexionar acerca de la necesidad de imponer los valores que ella encarna y representa: libertad académica y de cátedra, libertad para el autogobierno, y educar para la libertad, la justicia y el bienestar del pueblo”.

En el evento también estuvieron presentes Carlos Garibay Paniagua, presidente de la Federación de Egresados de la U de C; Héctor Magaña Lara, presidente de la FEC y Jorge García Pérez en representación del líder del SUTUC, Leonardo Gutiérrez Chávez.

Medina Viedas nació en Culiacán Sinaloa, en 1945. Es doctor en ciencias políticas y sociología por la Universidad Complutense de Madrid, España, y egresado de la Facultad de Derecho en la Universidad Autónoma de Sinaloa, de la cual fue rector de 1981 a 1985. Ha sido profesor de la UNAM y de la Universidad Autónoma de Puebla e investigador de la UAS y del Centro Español de Estudios de América Latina (Madrid).

Ha colaborado como articulista y ensayista político en distintos diarios de la ciudad de México y publicado los libros: Universidad, política y sociedad, La Universidad amenazada, y Elites y democracia en México.