*El investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, expuso que México debe plantearse el engrandecimiento del ser humano y tomar sus decisiones jurídicas fundamentales pensando en la construcción de su futuro inmediato. **El jurista, durante su conferencia en el 55 Aniversario de la Facultad de Derecho, recordó que el Sistema Interamericano de Protección de los Derechos Humanos arrancó como proyecto en nuestro país, lo cual nos hace pioneros en este tema y, además, nos compromete. “Control de convencionalidad y las sentencias adversas al Estado Mexicano” fue el título de la conferencia que impartió el investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, Sergio García Ramírez, dentro del marco del 55 Aniversario de la Facultad de Derecho de la Universidad de Colima. Al evento estuvo presidido por el rector de la U de Colima, José Eduardo Hernández Nava, acompañado por el secretario general de la institución, Christian Torres Ortiz y por el director de la facultad, Carlos de la Madrid Virgen, entre otros funcionarios universitarios. Sergio García, en una conferencia que mantuvo la atención del público por casi hora y media, dijo que México debe mirarse ante un espejo renovado, plantearse en lo esencial el engrandecimiento del ser humano y tomar sus decisiones jurídicas fundamentales pensando en la construcción de su futuro inmediato y en la preservación y protección de los derechos humanos. México, informó el conferencista, pertenece al Sistema Universal de Tutela de los Derechos Humanos y al Sistema Interamericano de Protección de los Derechos Humanos, del cual es fundador y pieza clave, “pero el compromiso que tenemos ante el mundo y América no es superior ni mayor al que tenemos frente a nosotros mismos”. Añadió que la nación mexicana se ha esforzado por acreditar su compromiso con los derechos del ser humano y por establecer que el designio, el motivo y la justificación del Estado sean la defensa de los derechos fundamentales: “El Estado se explica, se justifica y se acredita en la medida en que tiende su mano tutelar y protectora sobre cada uno de sus ciudadanos y propicia la práctica verdadera y cotidiana de los derechos básicos”, reiteró. En México, recordó, inició su curso la construcción del Sistema Interamericano de Protección de los Derechos Humanos, pues hace cincuenta años no existía: “Este sistema es un reflejo de los esfuerzos de los países que lo conforman; su fundamento no consiste sólo en los pactos y las convenciones, los tratados y los acuerdos, sino ante todo en las convicciones”. Resaltó que el sistema contempla al ser humano como valor supremo, central y eminente; en este sentido, tal convicción debe proyectarse en una normativa que reconozca los derechos, deberes y libertades de los individuos. La Organización de los Estados Americanos (OEA) ha propiciado la creación de órganos de protección internacional de las mencionadas garantías, como son la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que apoyan a los Estados en el cumplimiento de sus obligaciones en esta materia. Dijo que la sociedad civil es protagonista relevante, pues “todos somos parte de ella, de lo que antes llamábamos pueblo. El pueblo, generador de sus propias organizaciones no gubernamentales, es también protagonista inminente del sistema de tutela de los Derechos Humanos”. Las organizaciones no gubernamentales, comentó por último García Ramírez, tienen una intervención cotidiana, esforzada y eficaz en el Sistema Interamericano de Protección de los Derechos humanos. No obstante, otros protagonistas (no considerados explícitamente en la convención americana) “son los miembros de los medios de comunicación, quienes no solamente han difundido los derechos humanos sino que han participado activamente promoviendo o sustentando casos y opiniones consultivas ante la Corte Interamericana”. |