*En México, la opresión que reciben es muy fuerte; “de hecho, les da vergüenza hablar su idioma y sobre ellos mismos, no así en el país vecino, donde reconocen que ser diferente no es malo; es decir, que hablar otra lengua allá es normal”, añadió.

Se estima que para el 2020 México será el país con más migrantes en el mundo, de los cuales los indígenas formarán parte importante de dichas estadísticas, ya que todos ellos buscan en las ciudades globales oportunidades que no encuentran en su país de origen, según lo dio a conocer Adriana Cruz-Manjarrez en la conferencia titulada “Mujeres indígenas migrantes en ciudades en globales”, que dictó este viernes por la noche en el Museo Regional de Historia de Colima.

Los indígenas, dijo la expositora, migran a estas ciudades globales principalmente por la marginación, el rezago económico y la exclusión que viven en el país, “debido a las políticas neoliberales que han dejado a los campesinos en la miseria. En el caso de las mujeres, la migración tienen que ver con la violencia familiar o de género.”

En las ciudades globales, las mujeres mayas y zapotecas se desempeñan como empleadas domésticas de las clases medias y altas o en el comercio, tanto formal e informal, dándoles empleo a las demás integrantes de su comunidad. Desafortunadamente, señaló la académica de la Facultad de Letras y Comunicación (FALCOM), “son mujeres que siguen reproduciendo el sistema patriarcal y quedan en la parte más baja de la jerarquía social y económica del sistema laboral”.

Como parte del primer seminario de investigación interdisciplinaria, organizado por el Centro Universitario de Investigaciones Sociales (CUIS), la conferencista, quien se especializa en temas indígenas, señaló que aunque las estadística estadunidenses no tienen cifras exactas de qué comunidades indígenas viven en aquel país, se considera que por lo menos existen 62 grupos étnicos radicando allá, siendo los mayas y yucatecos la mayor población indígena.

Al ser cuestionada, una vez terminada la charla, sobre el porqué los indígenas prefieren irse al extranjero y quedarse en las grandes ciudades del país, dijo que en México la opresión que reciben es muy fuerte; “de hecho, les da vergüenza hablar su idioma y sobre ellos mismos, no así en el país vecino, donde reconocen que ser diferente no es malo; es decir, que hablar otra lengua allá es normal”.

Esta situación para México es lamentable, señaló la experta, pues no sólo representa la pérdida del potencial que se requiere para trabajar, sino la de una identidad como mexicanos. “Las oportunidades que no les da el país, la encuentran en el extranjero. Desafortunadamente son personas que no pretenden regresar, no porque no quieran, ellos añoran regresar, pero quieren vivir en condiciones dignas, y eso no les ofrece México”, dijo Cruz-Manjarrez.

Esto, comentó por último, demuestra el doble discurso de las políticas públicas: “por un lado los indígenas son personas que nos sirven, nos divierten, son los exóticos de la cultura mexicana, pero en realidad no se han creado las políticas suficientes para colocarlos en una posición social digna y por eso se van”, finalizó la conferencista.