Recursos educativos como las guías de estudio, manuales, tutoriales, apuntes, calificaciones, videos o imágenes, pueden ser colocados en las redes sociales, de manera permanente o temporal, para que los estudiantes obtengan un mejor entendimiento y con ello un mejor rendimiento en su materia de estudio.

Esto lo expuso Jesús Hernández Cosío durante su conferencia: “Diseño de una red social universitaria para estudiar los efectos de la incorporación de recursos educativos”, dentro del Congreso Internacional de Tecnologías de Información (CITI 2013) que efectuó con éxito la Universidad de Colima hace unos días.

Los docentes, dijo el expositor, en periodos de evaluaciones pueden subir objetos de aprendizaje con estrategias de estudio para el reforzamiento de una materia o información útil para sustentar la revisión bibliográfica de un trabajo, para abordar un tema de manera correcta, así como artículos de divulgación científica o proyectos que se hacen dentro de sus universidades.

De esta forma, un grupo de maestros del Departamento Académico de Sistemas Computacionales de la Universidad Autónoma de Baja California, del que Jesús Hernández forma parte, se dedicó a estudiar los efectos de la incorporación de recursos educativos a una red social como Facebook.

A Hernández Cosío y sus colegas, Mónica Carreño León, Andrés Sandoval Bringas, Italia Estrada Cota, Elvia Aispuro Félix, Jaime Suárez Villavicencio y Javier Aguilar, los motivó la búsqueda por darle otro enfoque al uso de la red social más famosa de occidente, por identificar formas de optimizar tiempos, crear escenarios de intercambio comunes, nuevas modalidades de colaboración y relaciones dinámicas incluso entre otros usuarios: organizaciones educativas, empresariales y civiles.

“Descubrimos que debemos hacer adecuaciones de la red social, todo un reto, y también que los materiales deben ser beneficiosos, atractivos y de gran calidad, porque si no serán desechados, no serán recomendados y mucho menos les darán el ‘me gusta’”, señaló el maestro de la UABC.

Con este diseño, finalizó, se identificaron las mejores prácticas, la necesidad de mejorar los canales de comunicación, facilitar y fomentar la colaboración de los alumnos e identificar a los estudiantes con más experiencia y poderlos invitar a asumir diferentes o nuevos roles, así como la importancia de mejorar procesos administrativos y escolares y apoyar a los alumnos de nuevo ingreso en sus procesos y trámites.