09 de diciembre de 2013 20:03:00 horas
*El proyecto institucional de la AINEA tiene la visión de agrupar a profesores de la Ucol interesados en formarse y dar a conocer sus experiencias en materia de educación ambiental a otros profesores universitarios y a la sociedad en general, con miras a promover la concientización y el cambio social en favor de la conservación y mejora ambiental en el estado de Colima.
Integrantes de la Academia Institucional de Educación Ambiental (AINEA) de la Universidad de Colima, se reunieron con el rector José Eduardo Hernández Nava para darle a conocer la estructura y líneas de acción desarrolladas por este grupo, conformado por representantes de las cinco delegaciones universitarias, un consejo institucional y grupos de trabajo por áreas de interés.
Sara Griselda Martínez Covarrubias, titular de la Dirección General del Desarrollo de Personal Académico y coordinadora de este grupo, explicó que la propuesta de la academia se inserta de manera directa en la agenda universitaria 2013-2017, en el esquema de gestión ambiental.
Explicó que la Academia es una instancia conformada por el profesorado para promover la capacitación y formación de discusión y ejecución de diferentes planteamientos asociados con los temas ambientales en la universidad.
Su objetivo es promover la formación, capacitación y actualización de los profesores de la Universidad de Colima en materia de educación ambiental, así como impulsar proyectos y acciones encaminadas a la protección y al mejoramiento del medio ambiente en el contexto universitario, explicó.
Este organismo tiene la visión de agrupar a profesores de la Ucol interesados en formarse y dar a conocer sus experiencias en materia de educación ambiental a otros profesores universitarios y a la sociedad en general, con miras a promover la concientización y el cambio social en favor de la conservación y mejora ambiental en el estado de Colima, agregó.
La estructura de la AINEA cuenta con un grupo de representantes electos por los mismos profesores de las diferentes delegaciones regionales y grupos de trabajo para el estudio de temas diversos, la incorporación curricular, difusión, formación y capacitación en temas de medio ambiente, gestión, vinculación social y desarrollo de proyectos específicos.
También se cuenta con la participación de otras instancias universitarias en el ámbito de la asesoría, como el programa de gestión ambiental en las diferentes delegaciones y la Dirección General de Desarrollo Académico, la cual ha fungido como animadora de este trabajo con actividades de coordinación y seguimiento. En esta reunión se presentaron las diferentes líneas de acción relacionadas con la educación ambiental y su dimensión en general.
Rocío Valencia Saucedo, integrante de la academia, dio a conocer las diferentes líneas de acción relacionadas con la educación ambiental y su dimensión en general. El plan de trabajo que se generó en la reunión aborda los distintos grupos de la academia, partiendo desde su política ambiental y la vinculación de sus actividades al programa de calidad de vida. “Este programa –dijo– realiza un diagnóstico general y específico que permite identificar su impacto en el trabajo ambiental”.
Luego de conocer los pormenores de este trabajo, el rector José Eduardo Hernández Nava reconoció que crear conciencia en el estudiante es un aspecto primordial para que el cuidado del ambiente tenga un impacto más extenso que el mero debate académico por parte de profesores y autoridades.
Al referirse al modelo de universidad socialmente responsable, como lo señaló Francois Vallaeys, “el estudiante aprende en la universidad su carrera, pero también aprende de la universidad los hábitos y valores ciudadanos”.
Dijo que durante los once meses de la presente administración rectoral, la Universidad cumplió con el mandato del Consejo Universitario acerca de sentar las bases de la educación con responsabilidad social; “en particular, de hacer explícita su preocupación por las consecuencias ambientales y sociales de la actividad humana”.
Por eso, Hernández Nava agregó que, con el propósito de compartir experiencias, crear conciencia y aplicar proyectos en materia de educación ambiental, se creó la Academia Institucional de Educación Ambiental (AIENA).
Junto con estos esfuerzos institucionales se realizan otros igualmente importantes, como el protocolo de varamiento y proyecto de monitoreo de mamíferos y quelonios marinos en la FACIMAR; estado de conservación de cocodrilo de río y la fragmentación de su hábitat así como la percepción social de este fenómeno, en todo lo cual participan la Facultad de Ciencias Biológicas y Ciencias Marinas, la Estación Biológica en el Ejido “El Terrero”, en la Reserva de la Biósfera de la Sierra de Manantlán.
Por último, expresó el rector, “las acciones anteriores manifiestan que estamos haciendo un gran esfuerzo por la sustentabilidad del entorno universitario, por lo que celebro los avances y los felicito por ese motivo”.