30 de julio de 2014 20:53:00 horas

*Concluyó el III Encuentro Internacional de Rectores Universia 2014 en Río de Janeiro, al cual asistió el líder de la U de Colima, José Eduardo Hernández Nava, y donde los participantes destacaron la importancia de fortalecer el humanismo, los vínculos con los gobiernos y las empresas en la formación de los estudiantes y los programas de cooperación entre universidades.

En la ceremonia de clausura del III Encuentro Internacional de Rectores Universia 2014, celebrado en Río de Janeiro, Brasil, y en el que participó el rector de la Universidad de Colima, José Eduardo Hernández Nava, se destacó el compromiso de las Instituciones de Educación Superior (IES) con la prosperidad y el beneficio para las mayorías.

La violencia, pobreza y discriminación, así como el cambio climático, se dijo, son males que amenazan al mundo y especialmente la región de Iberoamérica, pero los jóvenes, cuando son estimulados, tienen una gran energía para creer que pueden aportar soluciones fundamentales.

La esperanza que se siembre en ellos, coincidieron, puede vencer la resistencia a los cambios, por eso es importante fortalecer valores que ayuden a trabajar juntos y avanzar en la solución de problemas que aquejan a todos. Se trata de aprovechar las oportunidades de una educación de calidad para enriquecer a la humanidad.

En el encuentro, se pidió a las universidades que brinden educación de calidad y pensamiento ético como medio para apoyar el desarrollo humano y que se consolide un espacio iberoamericano donde se trabaje la movilidad académica, la transferencia y el reconocimiento de créditos, así como el reconocimiento de programas de estudios y títulos.

Se propuso también que los programas de voluntariado deben ser parte de las estrategias para fomentar la solidaridad entre las instituciones educativas, así como entre éstas y la sociedad, y que los programas de emprendedurismo se deben vincular con los gobiernos y las empresas.

Emilio Botín, presidente del Banco Santander y de Universia, al firmar “La carta de Río”, en la que se destacan diez temas que involucran a la universidad del siglo XXI, dijo que ese documento, “más que una declaración conjunta representa una hoja de ruta”.

Allí mismo anunció que 700 millones de euros serán comprometidos por el Banco Santander para apoyar proyectos universitarios en la región iberoamericana durante los próximos cuatro años. Con ello se apoyarán, dijo, 40 mil nuevas becas para movilidad internacional de estudiantes y profesores, el 30 por ciento para investigación y el otro 30 destinado a las iniciativas para incorporar proyectos que incluyan el uso de las nuevas tecnologías en las universidades.

Los rectores agradecieron al presidente de Universia y del Banco Santander por su visión, al trabajar en conjunto con las universidades y apoyar su proyecto en la educación superior. Gracias a ello, coincidieron, se construye ahora una nueva cultura de educación regional.

Entre los temas de “La carta de Río” destaca la convicción de que las sociedades avanzadas cuenten con universidades de excelencia, por lo que la universidad debe jugar un papel de liderazgo dentro de su sociedad y procurar la correcta medición de su impacto en ella; así, a mayor impacto, mayor prestigio institucional, se concluyó..

Una mejor respuesta de las universidades, se dijo, requiere la renovación de los modelos y la oferta educativa para responder a una creciente demanda de educación de calidad, pues la población de universitarios en Iberoamérica se doblará en los próximos 10 años. Los estudiantes llegan a la universidad con nuevos perfiles, y la mayoría viene de sectores marginados, pero ellos tienen en común el reclamo de una educación que se adapte a sus condiciones de vida y que responda a las necesidades del mundo laboral.

La internacionalización, otro de los temas incluidos en las conclusiones, no es una opción, dijeron los rectores, sino una condición indispensable en la universidad del siglo XXI. En el mundo global, la interacción entre IES y sistemas educativos es un imperativo, por tanto, es necesario aumentar los niveles de cooperación en movilidad académica, proyectos conjuntos, grados dobles y redes académicas de cooperación.

Por último, se dijo también que el vínculo universidad-empresa no debe esperar más; se necesita crear un clima de confianza y entornos de emprendedurismo para favorecer el desarrollo de nuestros países.