28 de agosto de 2014 21:39:00 horas
*Las Becas Caramiga provienen de las aportaciones de los universitarios y sociedad en general, por medio de la venta de las “tarjetas rangelianas” y de las gestiones realizadas con los arrendatarios de las cafeterías.
**“Hemos hecho de la responsabilidad social una manera de entender el quehacer universitario”: Rector
El rector de la Universidad de Colima, José Eduardo Hernández Nava, entregó 151 becas de alimentos a estudiantes de los niveles medio superior y superior de esta casa de estudios, como parte del Programa Caramiga.
Estos 151 alumnos beneficiados podrán consumir sus alimentos en la cafetería universitaria que les sea asignada durante los 80 días hábiles del semestre; la suma total de platillos es de 12 mil 800, equivalente a un monto de 386 mil 550 pesos.
Durante el evento, José Eduardo Hernández dijo que los universitarios tienen la convicción de apoyar a quienes lo requieran para que continúen sus estudios. “Hemos hecho de la responsabilidad social una manera de entender el quehacer universitario y, en consecuencia, buscar los mecanismos necesarios para ofrecer distintas clases de ayuda a través de las becas que otorga la institución”.
Se manifestó convencido de que las universidades deben velar por el bienestar de aquellos que integran su comunidad, ofrecer una educación de calidad y “egresar jóvenes bien preparados para retribuir de esa forma la confianza depositada en las instituciones de educación pública”.
Las Becas Caramiga son financiadas por las aportaciones de los universitarios y sociedad en general por medio de la venta de las “tarjetas rangelianas”, cuyos costos son de 100, 200 y 300 pesos, así como por las gestiones realizadas con los arrendatarios de las cafeterías universitarias.
El rector comentó que, desde el semestre pasado, las Becas Caramiga, que antes se destinaban a solventar los gastos de inscripción de los beneficiados, ahora cubren los alimentos, ya sea desayuno o comida, según el horario en que el alumno curse sus estudios.
“Esto no hubiera sido posible sin la señora María Emilia Brun Rangel, a quien reconozco ampliamente porque nos permitió reproducir la obra Alejandro Rangel Hidalgo para este noble fin”, dijo.
A los jóvenes beneficiados les pidió que aprovechen el apoyo, y añadió que está consciente de que la beca no cubre todas sus necesidades, “pero es sin duda un apoyo a su economía; además, hay la garantía que los alimentos que consuman serán preparados con calidad e higiene”.
Finalmente, señaló que la Universidad se preocupa por una formación integral, por proveer a los alumnos de las herramientas necesarias para que ingresen con éxito a la vida productiva y se mantengan actualizados en los conocimientos de las diferentes disciplinas que se imparten.
En nombre de los beneficiados, habló la estudiante Judith Campos Cortés, quien dijo que la beca de alimentos será de gran ayuda para su desarrollo físico y mental.
Reconoció además “el humanismo de la institución al velar por nuestras necesidades a través de las becas, para que cada vez, quienes conformamos esta gran familia universitaria, podamos seguir nuestros sueños”.