*El especialista, proveniente de la Universidad de Chihuahua, impartió un curso a estudiantes de Letras y Comunicación de la U de Colima, en el cual dijo que México goza de una buena salud en esta materia por el riesgo que asumen los escritores al plantear propuestas novedosas.

“La literatura en México se ha apropiado cada vez más de las funciones sociales y de las fronteras informativas que antes tenía el periodismo”, comentó Roberto Domínguez Cáceres, quien impartió el curso “Los géneros y la literatura mexicana” a los alumnos de la Facultad de Letras y Comunicación de la Universidad de Colima.

A lo largo del curso, el académico de la Universidad Autónoma de Chihuahua, dijo que la literatura mexicana “es fuente de reflexión sobre una realidad que no está reflejada en los medios, pues hace y reproduce investigación cultural, lo que no vemos en los periódicos o la televisión”.
Dijo también que es tiempo de darles un espacio a los autores importantes que han marcado un trazo fuerte dentro de la creación literaria en el país, entre los cuales mencionó a Guadalupe Nettel, Viviana Camacho y Ana Clavel, “quienes son muestra actual de la salud que vive la literatura en México”.
“No es posible que sigamos mencionando a gente que sobresalió en los ochenta o en los setenta como literatura mexicana actual. Debemos remozar ese concepto e incluir a quienes han trabajado arduo para reflejar en sus escritos a los ciudadanos de hoy, con sus miedos y necesidades actuales, no de hace dos o tres décadas”, comentó.
Aseguró que la mexicana “es una literatura arriesgada, muy experimental, mucho más de lo que puedes encontrar en algunos lugares de Europa y Estados Unidos. Con esa sofisticación han venido los estereotipos, las etiquetas. Por ejemplo: a los escritores del norte del país no les gusta que se les llame ‘literatura del norte’, porque eso obligaría a una ‘literatura del centro’ o ‘literatura del sur’, lo cual es descabellado”.
También comentó que se ha dado una sobreexplotación de la literatura de frontera, la cual tenía otro tópico; “pero luego irrumpe la violencia, la escena del narco y muchos se aprovechan de eso para figurar en los tabloides como escritores destacados. En realidad, la literatura de frontera hablaba de la migración, de la interculturalidad, de los encuentros, de la gran urbe. Llegaron a ella muchas aves de paso transformándola en una literatura muy frívola. Simplemente se aprovecharon de la violencia, que no es más que un remake o un refrito del tema del Viejo Oeste: pistoleros en acción”, opinó.
Dijo, además, que las academias y cuerpos de investigación deben estar al pendiente de las otras vertientes literarias, como la llamada ciberliteratura: “Hoy en día hay cada vez más autores que no escriben en papel, que van directo a las redes sociales y las impresiones digitales. Ése es un fenómeno porque nos habla de otra historia de la literatura en México: ¿quiénes son y por qué lo hacen de esa manera? Seguramente descubriremos talentos importantes que no aparecerán en los medios de comunicación”, concluyó.