Esta investigación fue realizada en la UNIVERSIDAD DE EXTREMADURA, FACULTAD DE EDUCACIÓN del Departamento de Didáctica de la Expresión Musical, Plástica y Corporal. la TESIS DOCTORAL fue llamada: “LA ENSEÑANZA DE LOS VALORES POR EL PROFESORADO DE EDUCACIÓN PRIMARIA EN EL MUNICIPIO DE COLIMA, MÉXICO.” Autor: Noé Navarro Ruiz Asesorado fielmente por los Directores: Dr. Ventura García Preciados y el Dr. Manuel Vizuete Carrizosa Con la colaboración de Mtra. Margarita Villalva Egea. Año 2012 En la educación, importante instrumento de transmisión de valores, en los últimos años se están realizando grandes esfuerzos para desarrollar desde la escuela y, a través de la educación escolar en la sociedad del futuro, valores tendentes al conocimiento, comprensión y aceptación de las distintas culturas como una forma de sensibilizar y propiciar cambios de actitudes para una sociedad más justa e igualitaria. María, M. (2003). La enseñanza de los valores no es nada nuevo dentro del currículum mexicano; sin embargo, la formación en valores es una cuestión novedosa en el mundo educativo mexicano siendo una componente fundamental de los contenidos de enseñanza y aprendizaje en la educación básica y, de manera más reciente, en los planes de estudio de la formación inicial del profesorado. En México, el currículum de educación básica incluye la educación en valores como un tema importante de la formación integral. Esto supone, la necesidad de incorporar, en la formación de los futuros docentes, contenidos y estrategias pedagógicas que permitan desarrollar valores tales como: el respeto, el aprecio por la dignidad humana, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la tolerancia, la honestidad y el respeto a la verdad, entre otros. No es tarea fácil, ya que es una tarea que comprende no solo la formación en valores del profesorado, sino la colaboración de las familias como trasmisoras de los valores tradicionales propios de cada sociedad. Los planes de estudio para la educación básica así como en la formación de docentes en México tratan de establecer los objetivos de formación en valores desde dos planos: En lo específico reflejándolo en los programas de cada una de las materias. En lo transversal en aquello que es común a todas las demás disciplinas curriculares. En la educación primaria, los contenidos y objetivos específicos de formación de valores se ubican en la asignatura de Educación Cívica, y en secundaria en una materia llamada Formación Cívica y Ética. En el resto de la disciplina, los valores se desarrollan en cuanto a conductas y en las relaciones entre los alumnos y alumnas. Así lo pone de manifiesto la propuesta de Buxarrais (1997) al plantear la postura de la escuela mexicana. De tal manera que, si la finalidad de la educación es la de establecer criterios de convivencia que refuercen los valores sociales generalmente asumidos, se establecen las razones suficientes que justifiquen su inclusión en el currículo escolar. En esta investigación analizamos la posibilidad de que desde la escuela, los docentes de Educación Primaria, a partir de su formación inicial, posean los recursos didácticos suficientes que les permitan establecer criterios y directrices para la educación en valores. Vizuete M. (2009), manifiesta que, en la actualidad, muchos profesores de educación física, han olvidado que su trabajo y su principal función es la de educar. La investigación ha sido planteada desde una visión que tiene esencialmente en cuenta el papel del docente en la educación, tanto en su formación inicial como en su desarrollo profesional posterior: Actitudes a adoptar ante las diferentes situaciones a las que se enfrenta durante su práctica cotidiana. La evolución del sistema educativo mexicano con especial atención a los cambios tecnológicos, el avance de la comunicación, el intercambio de conocimientos y su influencia en la educación. El tratamiento oficial de la educación en valores en los distintos momentos históricos, hasta llegar al sistema educativo actual (2009), ya que consideramos que éste es producto de la evolución de los anteriores sistemas educativos. Todo ello, considerado desde una visión teórica, en la que se destaca la importancia de la educación en valores, considerados de forma transversal en tanto en cuanto se desarrollan en la escuela. El plan de estudios mexicano de 2006, por su parte, destaca la relevancia de los valores que han de considerarse y tenerse en cuenta en la enseñanza y en la práctica docente en la enseñanza primaria en el municipio de Colima. El proceso investigador se ha desarrollado, tratando de encontrar la inferencia estadística de los resultados obtenidos en el trabajo de campo de esta investigación. Al objeto de clarificar el planteamiento del problema, se han establecido las siguientes premisas: Desde la década de los noventa, se aprecia un creciente interés por la educación para la ciudadanía. Desde la teoría ética (Camps, 1998, 2003, 2010; Cortina, 1996, 2000, 2007) Desde la pedagogía y las políticas educativas (Buxarrais, 2000; Martínez y Hoyos, 2006; Banks, 2007; Bolívar, 2007; Puig, 2010). Además de las estructuras formales de una democracia que son las que le dan forma y la hacen sostenible, las virtudes cívicas y la participación activa de sus ciudadanos, en un marco de pluralismo, de diálogo y de convivencia las que le hacen posible. La discusión ha sido establecida, tanto desde el concepto de ciudadanía, como desde los valores que la sustentan, justificando por tanto su inclusión en el currículo obligatorio. El debate político, por otra parte, ha sustraído lo que debería haber sido el auténtico fundamento educativo: conseguir que la escuela sea un espacio de aprendizaje y vivencia de valores democráticos y para ciudadanía, más allá de la concreción de estos aspectos en una asignatura. Teijón, C. (2010). La sociedad mexicana se siente heredera de valores universales como la independencia, la solidaridad, y la justicia social. Sin embargo, en los últimos tiempos, es posible apreciar una notable crisis de valores por la inexistencia de una axiología social que los categorice y los haga patente en los distintos ámbitos. Por otra parte, hemos de manifestar igualmente que los valores tradicionales de la sociedad mexicana siguen presentes en todos los órdenes de la vida, por ello, en nuestro estudio detectamos como realidades tangibles las siguientes: Que no se ha producido una crisis total del sistema de valores; si no que las evidencias indican el debilitamiento de algunos de ellos. Que en grupos sociales determinados se detecta la necesidad de un proceso de revitalización del sistema tradicional de valores mexicanos. Si entendemos que el valor es el aprecio o estimación que podemos dar a algún objeto, una cosa o una situación determinada entendido, en este caso como valor estimativo. En nuestra investigación consideramos como valor a aquellos que regulan la convivencia desde los principios éticos que la sociedad se ha otorgado para lograr que las actitudes y comportamientos faciliten una convivencia democrática, propicien el bien común y faciliten las relaciones sociales. En nuestro estudio hemos llevado a cabo un análisis de la escala de valores desde un punto de vista escolar, en la que el docente, el contenido y el currículo se interrelacionan para establecer la validez de los planteamientos educativos en cuanto a la educación en valores y si son los que de acuerdo con los planteamientos políticos y sociales de la sociedad mexicana son o no válidos, o si simplemente están ausentes del proceso educativo. Al objeto de aclarar nuestro planteamiento del problema hemos establecido las siguientes cuestiones: ¿Educar en valores es una tarea propia y específica de la Educación Física o lo es de todas las asignaturas? ¿Son adecuados los planteamientos adecuados por el profesor de Educación Primaria para lograr una educación en valores? ¿Cuál es el nivel aceptable en la educación primaria sobre la educación en valores en las distintas materias curriculares? ¿Las carencias de valores actuales detectadas en nuestro estudio tendrían que ver con una cierta inseguridad personal que lleva a la juventud actual a buscar modelos de referencia como: estilos de vida, formas de vestir, maneras de comportarse, etc.? Tratamos de establecer, igualmente, si el profesorado mexicano que imparte docencia en la enseñanza primaria, tanto generalistas como especialistas tienen presente una escala de valores a la hora de enseñar, colaborando en construir una sociedad más justa e igualitaria. En la investigación hemos tratado de verificar si durante la práctica escolar de las diferentes materias curriculares de la enseñanza primaria los docentes, imparten algún tipo de educación en valores y en caso afirmativo cuales serían y como la lleva a la práctica con sus alumnos. A partir de estos razonamientos, nos planteamos las siguientes hipótesis: H1.- La transmisión de valores es responsabilidad de la familia y corresponsabilidad de los docentes. H2.- El profesorado enseña valores de forma transversal y considera que es la materia de cívica y ética la responsable de la formación en valores. Para llegar a confirmar o desechar las hipótesis propuestas, se ha seguido el siguiente itinerario de investigación: En primer lugar, pretendemos establecer los valores que fomenta el profesorado en educación primaria del municipio de Colima, tratando de generar una reflexión crítica sobre la labor realizada por los docentes en relación al fomento de la educación en valores y propiciar, en su caso, a partir de los resultados de la investigación, los cambios estructurales que nos permitan la promoción y desarrollo de aptitudes y actitudes. Nos planteamos por tanto, identificar cuáles son los valores que el profesorado de educación primaria generalista y especialista aborda durante su práctica docente y con qué frecuencia. La justificación de esta investigación viene avalada por, la exigencia social sobre la educación en valores en la escuela y en las familias, tanto en las de estructura tradicional como en aquellas otras mono parentales, poniendo de manifiesto la necesidad de encontrar estrategias pedagógicas, que ayuden y faciliten el desarrollo y la promoción de los valores desde la escuela por el profesorado, considerando la posible influencia y el soporte que permite el uso de las Tics. ANTECEDENTES Actualmente, no existen estudios en profundidad que consideren que algunas de las materias del currículum sean una de las mejores acciones para incidir en la educación en valores en la educación primaria; sin embargo, González M. (2000) plantea en su estudio La educación en valores en el currículum universitario la necesidad y posibilidad de educar en valores por medio del currículum, así como las condiciones a tener en cuenta en el proceso de enseñanza aprendizaje. Castanedo S. (2002) en su tesis doctoral Valores educativos de profesores de E.G.B. al iniciar la carrera, al finalizar y al trabajar en colegios establece la necesidad de determinar los valores educativos predominantes en alumnos de escuelas universitarias de la formación del profesorado; con el propósito de medir la interacción entre los diferentes elementos que componen el sistema educativo alumnos, profesores, directores, padres, etc., en las dimensiones de inclusión, control y afecto. Elexpuru I. & Medrano C. (2001) en su trabajo sobre El desarrollo de los valores en las instituciones educativas, atendiendo el ámbito socio- educativo, la idea central fue hacer explícitos los valores y profundizar en las relaciones que se establecen entre los valores del alumnado, del profesorado y de los centros. Córdova C. (2007), en su tesis doctoral Estrategias metodológicas para el fortalecimiento de los valores en los estudiantes, dirigido al profesorado de secundaria del I.E.S. Antonio José de Sucre-Valencia, en el que concluye en que la educación requiere el compromiso moral de sus actores, los profesores. El sistema educativo cualquiera que sea su realidad está sometido constantemente a múltiples estímulos externos, alejados en muchos casos de lo que espera la sociedad, es decir, formar una persona para que sea capaz de dirigir su propia vida, basada en la internalización de ciertos valores, como respeto, tolerancia etc., que le permitan actuar de manera autónoma, dinámica y positivamente frente a la sociedad. En cuanto a compartir con los colegas experiencias docentes donde se ha tenido la oportunidad de incidir en algún tipo de valor; Alvarado S. (2008) en su libro sobre el Desarrollo de hábitos de autonomía personal y coeducación, nos dice que aprender a compartir las tareas desde pequeños permitirá a los niños a crecer en valores, porque las experiencias en el ámbito familiar les permitirá desarrollar las competencias. En nuestro caso, también coincidimos que la compartición de experiencias, puede favorecer el aprendizaje de cómo inculcar valores. Marquesán C. (2008) en su libro; Formación de docentes para la educación en valores y ciudadanía por su lado trata los valores en el contexto de la educación para la ciudadanía y los retos de la convivencia en los centros escolares de la comunidad autónoma de Aragón, y por otro trata la experiencia de la comunidad autónoma de Aragón en el tema de la convivencia en la escuela, como se ha enfrentado el reto de gestionar la convivencia en los centros educativos, la formación y apoyos que reciben los docentes para ello. En cuanto a la formación de docentes Mejía F. & Cecilia D. (2008), en Mejor profesor, mejor ciudadano: abordajes complementarios y empoderamiento para la convivencia: una experiencia de motivación y formación docente en competencias ciudadanas; exponen tanto los contenidos como las metodologías utilizadas con varios grupos de docentes para su formación en competencias ciudadanas, a lo largo del escrito también se identifican claramente principios, alcances y conclusiones de las experiencias. El Programa y el Plan de estudios de Educación Básica (2011) editado por la Secretaría de Educación - México; donde se dice que el docente es quien debe organizar las actividades de aprendizaje a partir de las diferentes formas de trabajo, de sus situaciones, secuencias didácticas y proyectos, entre otras. De esta manera las actividades deben representar desafíos intelectuales para los estudiantes con el fin de que formulen alternativas de solución. Igualmente se establece que el maestro es quien debe planificar, para potenciar el aprendizaje, debiendo éstos tener las siguientes capacidades: · Reconocer que los estudiantes aprenden a lo largo de la vida y se involucren en su proceso de aprendizaje. · Seleccionar estrategias didácticas que propicien la movilización de saberes, y de evaluación del aprendizaje, congruentes con aprendizajes esperados. · Reconocer que los referentes para su diseño son los aprendizajes esperados. · Generar ambientes de aprendizaje colaborativo que favorezcan experiencias significativas; entre otra. Desde esta perspectiva, el diseño de actividades de aprendizaje requiere del conocimiento de lo que se espera que aprendan los alumnos y de cómo lo aprenden. En cuanto a los valores educativos; Tamayo J. (2009) en el manual de actualización para el docente titulado Construyendo la equidad de género en la escuela primaria, orienta a la no discriminación, que permita favorecer la igualdad y equidad de género, con el objetivo principal de reflexionar y sensibilizar sobre algunos elementos sexistas de la práctica docente, para construir procesos pedagógicos orientados a la equidad de género. Por su parte Cortina A. (2002) en su propuesta sobre Educar en valores realiza un proyecto dirigido a todos los docentes de primaria, proponiendo una educación en valores de modo dinámico y ajustado a la realidad del aula, lugar donde debe de generarse un clima participativo y de cooperación. Trujillo G. (2011); en su propuesta de unidad didáctica para segundo de educación primaria: La vivienda (Venezuela), nos dice que el docente, debe ser el punto de referencia de sus alumnos, inculcando valores como el respeto, la solidaridad y la ayuda a los demás; y adecuar los objetivos, los contenidos, la metodología y la evaluación de los alumnos para un mejor progreso en la enseñanza. Por su parte Carranza M. & Mora M. (2003); en su manual titulado Educación física y valores: 31 propuestas para los centros escolares sobre la educación física y valores, nos dicen que lo que hace posible la construcción de una ciudadanía, no solo feliz y libre sino también, comprometida en el logro de mayores niveles de justicia, es un centro escolar donde los valores se desarrollen a partir de la educación física. Gavidia V. (2003), en su investigación titulada: Análisis del tratamiento de la Prevención de la Drogadicción y de la Educación para la Salud en los libros de texto españoles, en la que nos presenta una visión de cómo se contempla la educación para la salud en los textos de la enseñanza primaria y secundaria. Este trabajo es de suma importancia para averiguar la implantación en la educación para la salud en las aulas, así como ofrecer puntos de reflexión para los autores, editores de los textos, el profesorado y el personal sanitario que asiste a las escuelas. Sánchez P. (2008) en su artículo titulado Orientaciones: Educativas, para el Consumo en Infantil, Primaria y Secundaria, señala que la educación para el consumo es un área transversal de suma importancia en los centros escolares y, como tal, debe trabajarse en los mismos desde la Educación Inicial hasta el nivel de Secundaria. La Secretaría de Educación Pública México (2008); estableció un programa de Formación económica y financiera, para Educación Primaria, escrito para el maestro; en el que tratan temas como: ¿Para qué sirve el dinero? ¿Cómo aprovechamos los recursos?, etc. En cuanto al tratamiento de la educación vial, existe mucha información sobre su utilización en el nivel de primaria; éste valor forma parte de los temas transversales que deben trabajarse dentro de la escuela por parte de los docentes; de esta manera encontramos recursos para la clase sobre la educación vial desde educación infantil hasta preparatoria, incluso recursos para tratarla desde áreas específicas como la de educación física. Moreno R. (2008) en La educación vial a través del área de educación física, nos presenta una propuesta con el propósito de que los niños respeten los señalamientos una vez que se enfrenten a la realidad de la vida. Por otro lado, la Secretaría de Educación, México (1999), editó un documento – propuesta titulado: La educación ambiental en la Escuela Secundaria, con la intención de que se trabajase desde la educación secundaria como tema transversal, y que de esta manera se contribuya a reforzar este tema transversal. La educación ambiental es considerada un medio de acción, que exige de las personas una actitud orientada a tomar decisiones que eviten, disminuyan o resuelvan los problemas ambientales. En este caso se trata de identificar y analizar los problemas ambientales concretos de la localidad y dirigir esfuerzos a las causas más que a los síntomas. También pretende generar una visión integradora del ambiente, de modo que sea reconocido como un espacio de múltiples relaciones entre sus componentes naturales, sociales, económicos, políticos y culturales. En cuanto a la educación para la paz, los derechos humanos, la tolerancia, la justicia, etc., han tenido en los últimos veinte años un importante desarrollo teórico y práctico, tanto en los centros escolares de los diferentes niveles educativos; por medios formales y no formales, como instituciones multilaterales y organismos internacionales, los cuales nos han proporcionado numeroso material didáctico y estudios teóricos sobre el mismo. Algunos países han incorporado a la educación para la paz en los programas educativos, como temas transversal. Igualmente, en los últimos años, son numerosas las declaraciones surgidas de eventos internacionales cuyas conclusiones han servido para señalar las principales tendencias y sugerir planes de acción, así destacamos las surgidas de: Montreal y Viena (1993); La Haya (1997); la Declaración para una cultura de Paz, aprobado de una forma unánime por la Asamblea General de la Naciones Unidas el día 13 de septiembre de 1999. El año 2000, fue declarado Año Internacional para una cultura de Paz, el decenio 2001-2010; fue declarado “decenio para una cultura de paz y no violencia para los niños del mundo”. Durante este tiempo y acorde con el incremento de las iniciativas de los Organismos Internacionales, la sociedad civil de no pocos Países ha mejorado, gracias a la educación recibida, en cuanto al respecto de los Derechos Humanos; forjando actitudes y comportamientos acordes con la dignidad de todos los seres humanos. Por su parte Subirats, M. & Brullet C. (1994) en su investigación titulada Rosa y azul: la transmisión del género en la escuela mixta, nos hablan de la existencia y naturaleza de las pautas sexistas en la educación primaria, la investigación se realiza en once centros en co-educación de Cataluña, pertenecientes a sectores sociales y geográficos diversos y con distinto tipo de orientaciones pedagógicas. En ellos se efectuaron 91 sesiones de observación de los comportamientos verbales y no verbales de profesores, alumnos y entrevistas a los docentes, referidas a sus opiniones sobre actitudes y comportamientos de los niños. Los resultados pormenorizados del análisis empírico, se sintetizan en tres grupos de datos: los relativos al discurso de los maestros; al comportamiento de los niños y a la intervención voluntaria en el aula. De ellos podemos extraer las siguientes conclusiones: el modelo de unificación formal observado no es unitario en los criterios de formación, el orden dominante es el masculino, mientras que los niños son preparados para el protagonismo, las actitudes consideradas femeninas son desvalorizadas. Respecto a investigaciones que hablen sobre el lugar más adecuado para incidir en la educación en valores, encontramos que Pereira T. (2006) en su libro: Educar en valores, vivir virtudes, una instancia desde la educación física, manifiesta que la actividad física desarrollada en la escuela es la que nos permite incidir en aspectos como: la fuerza de voluntad, el trabajo en equipo, el templar el comportamiento, etc. En resumen habla que es la escuela el lugar adecuado para la enseñanza de éstos. Arufe, V. (2009) en su publicación La educación en valores en el aula de educación física; señala la importancia que tiene cada uno de los docentes de educación física para ser, quienes eduquen en valores a los niños, quienes en ocasiones carecen de ellos; por ello las actividades deportivas, juegos y la actividad física, constituyen el medio ideal para desarrollarlas. Molinero R. (2009) comenta de igual manera que es la escuela el lugar más adecuado donde se puede facilitar dichos recursos básicos para educar en valores. Carreras, LL. , Elijo P. y otros. (2006) en su libro titulado Cómo educar en valores; nos proponen materiales, textos, recursos y técnicas para incidir con estos en la educación de los escolares; concluyen diciendo que los valores pueden enseñarse y aprenderse mediante diferentes estrategias didácticas. La responsabilidad, sinceridad, el diálogo, la confianza, la autoestima, la creatividad, la paz, la amistad, el respeto, la justicia, la cooperación, entre otros, son posible enseñarlos dentro de la escuela con las estrategias educativas adecuadas. Marente J. & Cándido C. (2007). Universidad de Cádiz. En su ensayo titulado: Educación en valores y profesorado, mencionan que es el docente el mejor agente transmisor de los valores y que esta transmisión debe hacerse desde la escuela. En cuanto al mejor medio para la transmisión de los valores, Sousa, S. (2008) en su artículo titulado: Valores y formación en la literatura infantil y juvenil actual, manifiesta que el mejor medio de transmitir contenidos son los libros, pues estos tienen el poder de enseñar, y son un agente formador por excelencia. Sin embargo, Camacho R. (2005) en el nº 25 de la Revista científica Iberoamericana de Comunicación y Educación, nos dice que es la televisión pública quien debe informar, formar y entretener, otorgándole la responsabilidad de educar en valores, especialmente los valores cívicos; por eso es fundamental para educar, enseñar a ver la televisión con visión crítica. Schlessinger, L. (2008) en su libro titulado Educar hijos respetuosos en un mundo irrespetuoso comenta que las comedias de televisión también contienen mensajes irrespetuosos: “Mujeres desesperadas”, “Sexo en New York”, “Los Simpson”, etc. Programas que, aunque en algún caso, se publicitan como aptos para todos los públicos no debieran ser emitidos en horarios de menores, dado que su valor formativo deja mucho que desear. Igualmente, hemos encontrado cierta controversia en cuanto a la adecuación de las diversas materias del currículum en la posibilidad de incidir desde ellas en la educación en valores. Por un lado, encontramos autores como: Chust, J. (2011) publica en la revista Educación y Formación (101) un artículo titulado Transversalidad en la educación en valores, donde manifiesta que además del currículum propio de las diferentes materias, existen elementos transversales que no pueden atribuirse a una materia específica. En este sentido la educación, especialmente la educación en valores, es tarea de todo el profesorado, sea cual sea la materia en la que sea especialista. La educación en valores, aunque no forme parte del currículum explícito, sí forma parte de los elementos transversales de la educación, fundamentales en la educación integral de los alumnos. Martínez M. (2000) en su libro El contrato moral del profesorado, dice que no es necesario poner los valores dentro de una asignatura como educación para la salud, ambiental, para la paz, etc.. Los valores han de inculcarse desde todas las materias, sin especificar en cual, porque es tarea de todas las materias por igual. Por otra parte, encontramos a autores como: Moreno R. & Salas J. (2009) en la Revista de Educación número 33; La educación física y el deporte como medios para adquirir y desarrollar valores en el nivel de primaria, donde nos dicen que es la educación física el mejor medio para adquirir y desarrollar los valores en el nivel de primaria, puesto que el educador físico puede operar con ventajas sobre los educadores de otras asignaturas. Dávila J. (2003) en el artículo titulado Educación cívica y ética, publicado por el Instituto Nacional para el Desarrollo Curricular, de Puerto Rico, nos dice que la materia de educación cívica y ética es la que debe capacitar al niño para la convivencia social, ya que es uno de los objetivos primordiales de la educación integral; y que además la escuela es el espacio vital privilegiado donde convergen valores, deseos, sueños y situaciones que se manifiestan en nuestra compleja realidad como ciudadanos. Por eso en las escuelas se deben de inculcar a través de la materia de cívica y ética, valores como responsabilidad, respeto y la convivencia, entre otros. Coincidiendo con los anteriores, Elósegui M. (2008) en su libro titulado La educación para la ciudadanía y los derechos humanos, comenta que la enseñanza de los derechos humanos y los valores democráticos en la educación primaria, secundaria y bachillerato debieran ser tratados desde la cívica y ética, pues ésta tiene un lugar propio en el currículum escolar. En una posición divergente de las dos anteriores, y rompiendo con el “statu quo”: Litwin E. (2008) en su artículo titulado El clima en el aula; un abordaje desde la ética, dice que la formación ética y moral debe ser asumida por la escuela como un reto tendiente a generar cambios en las relaciones que se dan dentro de ella para dotarla de un nuevo sentido. Hacer un ejercicio de desconstrucción-reconstrucción, que nos permita definir qué se debe cambiar y qué debe permanecer dentro de esta, en la perspectiva de construir colectivamente nuevos modelos de una convivencia social basados en una nueva cultura escolar. En cuanto a la búsqueda de los antecedentes sobre la mayor o menor adecuación de las actividades extraescolares como medio para el fomento de los valores en los niños y jóvenes, encontramos que Marín E, Pérez J. y Prieto J. (2007) publican en la revista digital Práctica Docente (5) un artículo titulado: Las actividades extraescolares y complementarias, basándose en una experiencia con alumnos de secundaria, dicen que quienes aportan las mejores situaciones para la práctica de los valores, son las visitas a los museos, ludotecas, exposiciones, teatro, etc., ya que estas actividades, además de mejorar la socialización, permiten apropiar valores como la justicia, la igualdad, etc. Morillas, L. &Mirete, A.(2011) en el Congreso “Los cambios educativos y formativos para el desarrollo humano sostenible”, presentan una comunicación titulada: El valor del respeto y la tolerancia en alumnos de primero de educación primaria, y publicada por la Universidad de Murcia, donde dicen que la acelerada transformación de la sociedad en los últimos años ha repercutido directamente en el concepto que en la actualidad tenemos de la familia y por tanto también en los valores que desde ella se transmiten. En su estudio no se atreven a indicar cuáles son los mejores valores que los padres deben transmitir a los hijos y solo pretenden conocer el la importancia atribuida por los padres al respeto y la tolerancia. Concluyen diciendo que estos son transmitidos de forma correcta por los padres y que las actividades extraescolares permiten una práctica adecuada de éstos. Del mismo modo, Gómez R. (2005) citado por Abad M; Giménez J. (2009) en un artículo titulado El deporte en las etapas educativas de primaria y secundaria, nos dice que las actividades físico deportivas son el medio eficaz para la enseñanza de los valores. Sobre la existencia de estudios en los que se trate de encontrar a quien le corresponde la potestad de la transmisión de los valores, encontramos un artículo de Quintana A. (2012), titulado Educación para la ciudadanía, donde nos dice que es inadmisible que el Estado se arrogue la potestad de educar en valores políticos, sociales o afectivos. La función de un sistema educativo moderno y democrático debe ser la de formar ciudadanos preparados para enfrentarse a los retos de la vida, hombres y mujeres capaces de pensar y actuar por sí mismos, de ejercer su libre albedrío en todo momento y situación. La Educación no puede estar ideologizada en forma alguna. Educar al joven en valores morales es prerrogativa exclusiva de las familias. Por su parte Rosa M. (2007) en su artículo Educar con autoridad, dice que educar con autoridad, enseñar los valores y quienes deben de ejercer su potestad son los padres de familia. Por otro lado, Martínez M. (2006) en su libro Formación del profesorado, nos dice que como la familia en ocasiones no cubre las necesidades de la enseñanza en valores, es la escuela, o mejor dicho el profesorado quien debe de cubrir esas necesidades educativas y formativas en el alumno. La mayoría de los estudios anteriormente citados, reflejan, de una u otra forma, que el docente debe estar totalmente comprometido con la enseñanza de los valores donde quiera que vaya, en cualquier nivel en el que ejerza. |