FORO DE CONSULTA NACIONAL PARA LA REVISIÓN DEL MODELO EDUCATIVO SECRETARIA DE EDUCACIÓN DIRECCIÓN DE FORTALECIMIENTO MAGISTERIAL EDUCACIÓN BÁSICA EL RETO DE EDUCAR A LOS MEXICANOS EN EL SIGLO XXI Cómo debe ser la estructura curricular de la educación básica. “LA CULTURA AMBIENTAL COMO UNA FORMA DE VIDA” Por Marcela Magaña Cárdenas Correo electrónico: marce_mc@hotmail.com “LA CULTURA AMBIENTAL COMO UNA FORMA DE VIDA” El desarrollo de la civilización ha mantenido una relación constante con la naturaleza de la cual forma parte, reflejándose en las formas de organización social, el modo de vida y la cultura de los pueblos. Con tal relación se ha ido modificando de manera importante el paisaje terrestre. En donde había ríos caudalosos, sólo queda un arroyo, donde había grande bosques, sólo hay pequeñas arboledas, se han secado grandes lagos, la necesidad de alimentos y de viviendas ha provocado que se remuevan o desaparezcan los ecosistemas originales. Esto no es todo, el excesivo consumismo de la vida diaria, ha llevado a la sobreexplotación de los recursos naturales provocando severos daños, incluso irreversibles, poniendo en peligro la sobrevivencia humana. El avance del deterioro ambiental puede medirse con la superficie terrestre y marina que se ha utilizado para producir alimentos y materias primas así como para absorber nuestros desechos. México posee un deterioro ambiental “mayor a 50% por encima de la biocapacidad” (¿Y el medio ambiente? Problemas en México y el mundo. Gobierno Federal). Se torna entonces imprescindible el actuar de manera urgente sobre las competencias que desarrollan los programas educativos en los alumnos, para que contribuyan a fortalecer de manera contundente la toma de conciencia y su participación activa, incidiendo directamente sobre los elementos citados anteriormente. En el plan de estudios actual se encuentran contenidos relacionados con el conocimiento del medio ambiente, que son tratados en lecciones aisladas, por lo que es necesario que se integren como una materia en la que se desarrolle un enfoque problematizador, así como el desarrollo de una conciencia ecológica que sea una forma de vida que impacte todos los ámbitos. La cultura ambiental actual todavía se ve reflejada en una explotación de los recursos naturales como si fuera una fuente inagotable, cuyas consecuencias son los problemas climáticos que enfrentamos cuyo costo es la pérdida de numerosas vidas. Esto exige acciones inmediatas que no se pueden llevar a cabo si los miembros de la sociedad siguen pensando que la naturaleza está para sacar provecho de ella. Implica desarrollar procesos educativos que promuevan una concepción distinta de la relación que establecemos con la naturaleza, considerando al hombre en una interacción equilibrada. El desarrollo de conocimientos, habilidades, actitudes y valores deben ser elementos clave para una asignatura que se considere en el Plan de estudios como la columna vertebral de una actitud que incluya al hombre en el medio ambiente y las relaciones que se establecen entre ellos y entre todos los elementos de la vida diaria. Una asignatura con una conciencia que permee la vida escolar, en las relaciones que se establecen entre las personas, que principalmente propicie el respeto y la solidaridad, para que puedan traslaparse a la vida diaria en todos sus elementos que incluya, por supuesto, a la naturaleza. El objetivo principal es preparar al niño para participar en la “ construcción de relaciones adecuadas entre su comunidad, la sociedad y el ambiente” (Guía para el maestro. Sep.), sobre todo, que sea un generador de procesos de cambio en la vida cotidiana, para que se refleje en el mejoramiento de las relaciones con la naturaleza y la sociedad. El papel del docente es insustituible, su participación en el desarrollo del pensamiento complejo del niño contribuye al desarrollo de la metacognición, como un modelo que lleve a la construcción de procesos inherentes a la toma de decisiones responsable, respetuosa y solidaria. Considerar a la escuela como el centro en donde convergen también los padres de familia y su participación en la construcción de herramientas que provea una conciencia ecológica, entendida como un modo de vida, es parte medular de un proceso de cambio, por lo que hay que generar los espacios adecuados que propicien dicha participación. Con una asignatura como eje modulador de acciones en las que intervengan todos los actores educativos, se contribuye a la generación de una conciencia ecológica participativa e incluyente, cuyo impacto en la sociedad y en la naturaleza sería contundente. Dicha influencia sería benéfica en el ambiente local, después de nuestro país y posteriormente, para los habitantes del mundo. Los habitantes de la zona urbana identifican como lejano lo rural a diferencia de los últimos por cuestiones geográficas, tal concepción requiere un cambio trascendental, ya que son complementarios. Sin una toma de conciencia en este sentido, no se podrían aprovechar los recursos de una manera positiva, ni reducir el consumismo. Es cuestionable cómo las sociedades modernas pueden mantenerse con un impacto ambiental tan grave, pues las necesidades de los seres humanos han sobrepasado las capacidades del planeta. Se desmontan zonas verdes, se pesca de manera excesiva y sin embargo los ecosistemas todavía tiene la capacidad de regenerarse, pero ¿ por cuánto tiempo podría continuar ?. Seguramente por el tiempo en que el consumismo no rebase la capacidad de regeneración de la naturaleza. Una muestra son las especies en peligro de extinción. No basta con campañas de alerta acerca del mal uso y abuso de los recursos naturales como el agua, sino es a través de una sólida construcción de la conciencia ecológica y la educación ambiental, como podrían todavía revertirse muchos efectos negativos como consecuencia del mal uso de los recursos naturales renovables y no renovables. El crecimiento desmedido de las ciudades propicia que la gran cantidad de desechos sean un factor de contaminación ambiental. Una conciencia ecológica contribuiría a la disminución de desechos mediante diversas estrategias en las que toda la sociedad participe. Una asignatura con contenidos ambientales que incluya la construcción de una conciencia ecológica, tendría un impacto fuerte en el funcionamiento de nuestra sociedad, ya que nuestro medio ambiente reclama una atención inmediata, y no solamente entender y comprender las relaciones que deben establecer con éste, sino una manera para los individuos de conducirse socialmente, el respeto hacia todos los ambientes y la solidaridad con todos los elementos de la vida, de los cuales hace falta presencia en nuestra sociedad. Bibliografía. Semarnat. “¿Y el medio ambiente?” Problemas en México y el mundo. Semarnat. México. 2007. “Guía para el maestro.” Medio ambiente. Educación primaria. Sep. 1992. |