Como resultado de los esfuerzos de un grupo entusiasmado con las declaraciones que Porfirio Díaz hizo al periodista norteamericano James Creelman, surge el Partido Democrático (PD), cuya dirigencia queda integrada de la siguiente manera: Benito Juárez Maza como presidente; Manuel Calero y José Peón del Valle como vicepresidentes; Jesús Urueta, Diódoro Batalla, Rafael Zubarán Capmany y Carlos Trejo y Lerdo de Tejada como secretarios.

En abril siguiente será dado a conocer un manifiesto que sintetiza las principales ideas del partido: conservar la paz, promoviendo una evolución lenta, sin sacudimientos ni violencia; promover una elección directa de presidente y vicepresidente de la República, restringiendo el voto a los alfabetos y a los analfabetos dueños de alguna tierra o comercio. También propondrán emplear las reservas excedentes del tesoro público en forma más útil y profunda.

El PD considera que el problema político del país es, en el fondo, un problema de la educación nacional.