La muerte de más de 22 mil personas en Colombia por la erupción del Volcán Nevado del Ruiz (1985), se pudo evitar, ya que la montaña daba señales de una posible erupción que afectaría a las poblaciones cercanas, esto fue dado a conocer durante la ponencia de Marta Calvache en el Congreso Mundial Ciudades en Volcanes 7.

Sin embargo, de acuerdo con Calvache, directora del área de servicio geológico colombiano, autoridades y medios de comunicación omitían las señales de alerta que daban los científicos: “En una ocasión el volcán hizo erupción, pero como uno de los equipos de futbol más famoso de Colombia estaba jugando un partido, no se le dio el seguimiento adecuado al suceso”, dijo la ponente.

Por su parte, las autoridades expresaron, dijo la también llamada dama de los volcanes, que el titán no podía hacer erupción después de tanto tiempo, ya que no había tenido actividad desde hace mil años, lo que demostraba una clara debilidad en el manejo del riesgo, reseñó.

En 1985, después de varias señales, comenzaron seminarios donde se discutía sobre la actividad, “desafortunadamente en Colombia, en ese momento, no importaba qué aportara usted o yo, sino con qué derecho usted estaba hablando del volcán. A esto hay que agregarle que no teníamos equipo necesario para el monitoreo, por lo que la ONU y UNDRO aportaron el material para llevar este proceso a cabo”, comentó Calvache.

Además, durante todo el año de 1985, cuando se daba aviso de que la actividad volcánica había aumentado, los periódicos sólo emitían puntos de vista extremos.

“El 11 de septiembre de 1985 hubo una erupción donde la ceniza cayó en Manizales, después se supo que hubo un lahar, por lo que se creó un mapa de riesgo; sin embargo, los medios de comunicación dijeron que era una irresponsabilidad que se publicaran ese tipo de mapas, pues afectaría a las tierras”, señaló la experta.

Cuando hizo erupción el coloso una cadena televisiva anunció el hecho, pero no hubo más información, originando que la población no hiciera caso del aviso hasta que los habitantes cercanos a las comunidades que rodean al volcán comenzaron a hablar de avalanchas de lodo.

Esta información, expresó Calvache, para muchos no sirvió de nada porque ya no podían salir de las zonas críticas.

“Lo que nos deja de experiencia es que tanto los medios de comunicación y los tomadores de decisiones deben, al igual que los científicos, evaluar todos los escenarios posibles en este tipo de fenómenos naturales”, recomendó.

Dijo que actualmente el servicio geológico colombiano se encuentra en coordinación con distintas instancias y científicos para explorar las zonas y tomar mejores decisiones ante estos casos, finalizó.