Alumnos de la Facultad de Ingeniería Mecánica Eléctrica (FIME), logran abastecer de agua al campus Coquimatlán por medio de un método de bombeo que funciona con un sistema de captación de energía solar. Coordinados por el profesor investigador del área de energías renovables de la FIME, Erik Eduardo Vázquez Fernández, los estudiantes desarrollaron esta actividad como parte del trabajo de su tesis, la cual estudia el uso de energías alternativas en lugares donde no cuentan con el servicio de luz eléctrica de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Esta práctica consiste en el bombeo de agua a través de un sistema fotovoltaico de alimentación con bomba sumergible alimentada por corriente directa. “La idea de la práctica es utilizar el edificio administrativo de la Delegación 4 de la U de C, para subir agua desde el aljibe hasta el tinaco, determinar con cuánta velocidad podemos subir los mil cien litros de agua y si dos paneles fotovoltáicos son suficientes para lograr la meta”, explicó Vázquez Fernández. Los componentes del equipo utilizado son dos paneles fotovoltáicos de celda monocristalina (para captar y almacenar la energía de la luz del sol), los cuales generan un voltaje en circuito abierto de 50 volts en corriente directa, y una bomba sumergible de eje vertical con 10 impulsores que interactúan entre sí para vencer una carga dinámica (altura) de 50 metros. Erik Vázquez añadió que en este ejercicio los estudiantes programaron la bomba para elevar su fuerza a 15 y hasta 20 metros. “Para lograr tal fin es necesario tomar en cuenta el sol del día y saber orientar adecuadamente los paneles para captar idóneamente los rayos; al momento de nuestra práctica deben estar orientados hacia el sur y tener una inclinación de 2 grados, que es la latitud de nuestra zona de Coquimatlán, Colima”, explicó el científico universitario. Carlos Enrique Silva Machado, de octavo semestre, centra su interés en el uso de las energías alternativas como generadoras de producción y bienestar social, y como un sistema que posibilite ahorro en las economías de las comunidades más apartadas. “La ayuda que proporciona nuestra tesis consiste en utilizar la energía del sol para llevar agua desde la cuenca de un río hasta un depósito que se instalará en la zona de un rancho agrícola y ganadero. Esperamos que estos equipos tecnológicamente avanzados suban 30 litros de agua por segundo, por lo que consideramos que en cinco horas de luz solar se conseguirían casi dos mil litros de agua en un solo día, lo que significa un caudal muy bueno para el servicio de los habitantes de regiones apartadas”, sostuvo el estudiante. Respecto a los costos del proyecto, Carlos Cárdenas mencionó que se debe hacer el estudio adecuado para evitar gastos innecesarios; “por ejemplo, para llevar energía eléctrica a un lugar apartado se necesita una línea de transmisión (poste de CFE) dentro del rango de un kilómetro, lo que representa un costo arriba de los cien mil pesos por instalar el poste, el transformador y el cableado”, explicó. “En cambio, es más barato utilizar este tipo de aparatos con energías renovables o alternas, ya que cada panel fotovoltáico cuesta seis mil pesos, la bomba sumergible 40 mil, más las instalaciones de tuberías, cables, medidores y cisternas, nos arrojan un total de 70 mil pesos. Por eso el uso de estas energías, además de menor impacto ecológico, resulta más barato”, desglosó. Hugo Enrique Vázquez Fajardo, integrante del equipo de este exitoso experimento, sostuvo “que este proyecto es redituable debido al enorme potencial de la energía solar, la cual podemos utilizar en ranchos o en casas habitación, grandes instalaciones y complejos urbanísticos así como instituciones, a fin de crear conciencia ecológica”, concluyó. |