El tema de la sexualidad debe tratarse con un lenguaje específico y claro con los hijos, ya que en la adolescencia suceden cambios físicos, emocionales así como las primeras experiencias sexuales. Lo anterior fue expresado por Leticia Villareal Caballero, docente de la Facultad de Psicología, quien impartió la charla “Sexualidad en la adolescencia” dentro de las actividades que se realizan en el Centro de Desarrollo Comunitario “Mirador de la Cumbre II”, que coordina el Voluntariado de la Universidad de Colima. Dijo que los padres deben tener un acercamiento con los hijos, principalmente en cuanto a temas de sexualidad, para evitar algún tipo de información negativa. Comentó que no existe una edad mejor que la adolescencia para hablar de sexualidad con los hijos. “La sexualidad está presente desde el nacimiento y es un tema que no debe evadirse en las conversaciones familiares”, advirtió. La educación sexual está ligada al desarrollo afectivo y emocional de la persona durante su adolescencia, “no se debe caer en el error de enseñarla como si se tratase de una práctica profesional, ya que está vinculada con los cambios físicos y emocionales”, reiteró. Como parte de su exposición, comentó que la población mexicana mantiene sus reservas para hablar de sexualidad con los adolescentes. “En esta etapa los jóvenes atraviesan una serie de cambios hormonales, físicos, psicológicos y sociales que muy rara vez comparten con los padres”, dijo. “La sexualidad es una característica que se vive y expresa de manera diferente según la persona, y en algunos casos se reprime por la cultura”, evidenció. La sexualidad representa una formación continua en la persona que en la adolescencia se manifiesta con mayor intensidad acompañada de múltiples cambios físicos, psicológicos y sociales, los cuales determinarán la identidad del joven y, sobre todo, su propia personalidad para la siguiente etapa de la vida. En su proceso de maduración el ser humano pasa por diferentes fases. Una satisfacción o una carencia excesivas retrasará o entorpecerá su desarrollo posterior y añadirá problemas a la conflictiva etapa de la adolescencia, afirmó. Por su parte, Cristina Torres de Cedillo, presidenta del Voluntariado, comentó que por falta de información o por cuestión de carácter, en ocasiones los padres de familia actúan de forma equívoca con sus hijos, como puede ser el caso de los sobreprotectores o de los rígidos, quienes proceden según lo prescrito por sus propias convicciones o por los consejos de un manual, olvidando las concretas necesidades de su hijo. |