“Una universidad activa en la inteligencia es una que además de ofrecer carreras y programas educativos, tiene acciones e inventa proyectos que fortalecen y enriquecen a la propia comunidad y que la liga con su entorno”. Esto fue lo señalado por el académico e investigador mexicano Luis Porter Galetar ante un auditorio de Humanidades de la Universidad de Colima colmado de estudiantes y profesores de la Facultad de Pedagogía. Allí presentó su más reciente libro “Entrada al diseño, juventud y universidad” y dialogó con los asistentes. El reconocido pedagogo de origen argentino destacó que dentro del difícil contexto de violencia y desigualdades que vive nuestro país, la universidad debe tomar su papel como la parte de la inteligencia y racionalidad de nuestra sociedad, ya que constituye una luz dentro de este medio ambiente hostil. “Imaginemos la universidad como una llama de luz en medio de un ambiente donde sopla el viento; hay mucha neblina y tormentas, pero la universidad tiene que mantener esa luz encendida, fortalecerla, ampliarla y salir adelante”. Al ser interrogado por una estudiante de pedagogía sobre el valor y características del buen maestro, Porter Galetar señaló que desde su experiencia como docente su propuesta pedagógica consiste en establecer relaciones más personales y directas con los alumnos para conocer sus fortalezas y potencialidades, así como aquellos factores de riesgo en su formación profesional. “Creo –dijo– que un buen maestro es aquél que de un grupo de 30 es parejo y respetuoso con los 30, pero salva al menos a varios de ellos. Por salvar quiero decir que aquellos que están en riesgo de abandonar sus estudios no deserten, aquellos con dudas las disipen, y a los no comprometidos, hacerles ver que un compromiso los va ayudar a ser más maduros y responsables”. Luis Porter invitó a los jóvenes a cursar sus estudios profesionales desde un enfoque en el que se enamoren del conocimiento y del lenguaje, manteniendo siempre una actitud curiosa y autodidacta. “La universidad es una infraestructura, pero la formación y el conocimiento depende de uno; tenemos que aprender a enamorarnos del trabajo educativo”. En este sentido, lamentó que actualmente la tarea de enamorarse del conocimiento y el estudio se complica, ya que los jóvenes son arrojados por un sistema de educación básica que arrastra formas y esquemas educativos del siglo XIX. “La escuela primaria, como está planteada, nos deforma y vuelve enemigos de la escuela; somos hostiles hacia la escuela porque la escuela es hostil hacia nosotros. Cuando uno profundiza y lee sobre el tema educativo, con una mirada amplia, se da cuenta que la escuela como fue concebida desde el siglo XIX y hasta ahora, debería desaparecer”. El estudiante de la Maestría en Pedagogía, J. Jesús Jiménez Castillo, al presentar el libro dijo que se trata de “una obra de prosa clara, ágil y concisa” y que el autor ha marcado su desempeño propio como estudiante de maestría y profesional de la docencia, “pues tener una plaza de maestro o inscribirse como alumno en una universidad, además de constituir una oportunidad cada vez más difícil, implica un gran compromiso”. Añadió que ese compromiso, al que hace referencia Porter en su obra, “se resume en tomarnos en serio y vernos como un instrumento a transformar y mejorar en aspectos tan variados y diversos mediante el diálogo con la otredad, en aras de asumir una identidad universitaria que no aseguran ni la credencial ni el logotipo de una camiseta”. Dijo que Luis Porter propone como apoyo en la búsqueda de esta identidad “una estrategia de introspección, retrospección y prospección como camino hacia la toma de conciencia, partiendo de la consigna conócete a ti mismo. El acto introspectivo propuesto alude al reconocerse como estudiante o docente de un nivel educativo al que llamamos educación superior, en el cual existe la oportunidad de transformar la información en conocimiento y éste en sabiduría”. La alumna de la licenciatura en Pedagogía, Karen Velasco Peña, dijo que el libro “Entrada al diseño, juventud y universidad” es el primero de una trilogía que aborda distintos aspectos y realidades que atraviesan las universidades en esta era de la tecnología y la comunicación, y que en sus páginas el autor expone como idea principal que el centro de todo proceso de aprendizaje debe ser el estudiante, lo que implica, dijo, “conocerlo y reconocerlo como un ser humano”. Puntualizó que Luis Porter alude a la pedagogía del educador por excelencia Paulo Freire, tomando la premisa fundamental de su método “de que quien educa debe partir de las ideas, intereses y necesidades del educando”. Desde un punto de vista constructivista, añadió, “Porter hace la invitación a que cada estudiante universitario sea el creador de su propio aprendizaje y dice que para iniciar un proceso de formación es indispensable que la Universidad sea una institución conceptualizada a la realidad y necesidades de la juventud mexicana”. A la presentación asistieron el secretario académico de la U de Colima, Juan Carlos Yáñez Velazco; el director de la Facultad de Pedagogía, Juan Carlos Meza Romero y el secretario técnico de la Secretaría Académica de la U de C, José Manuel Orozco Plasencia, quien participó como moderador. |