Por B.L.H (*)
Al irme, no quiero que llores, quédate en silencio, sin decir palabras, y vive los recuerdos, reconforta el alma. Cuando duerma, respeta mi sueño, por algo me duermo; por algo me he ido. Si sientes mi ausencia, no pronuncies nada, escucha el aire, con paso muy fino, búscame en mi casa, búscame en mis libros, búscame en mis cartas, y entre los papeles que he escrito apurado. Ponte mis camisas, mi sweater, mi saco y puedes usar todos mis zapatos. Te presto mi cuarto, mi almohada, mi cama, y cuando haga frio, ponte mis bufandas. Te puedes comer todo el chocolate y beberte el vino que deje guardado. Escucha ese tema que tanto me gustaba, usa mi perfume y riega mis plantas. Si tapan mi cuerpo, no me tengas lastima, corre hacia el espacio, libera tu alma, palpa la poesía, la música, el canto y deja que el viento juegue con tu cara. Besa bien la tierra, toma toda el agua y aprende el idioma de los pájaros. Si me extrañas mucho, disimula el acto, búscame en los niños, el café, la radio y en el sitio ese donde me ocultaba. No pronuncies nunca la palabras, se fue A veces es mas triste vivir olvidado que morir mil veces y ser recordado. Cuando perezca no me lleves flores a una tumba amarga, grita con la fuerza de toda tu entraña que el mundo esta vivo y sigue su marcha. La llama encendida no se va a apagar por el simple hecho de que no este mas. Los hombres que viven no se mueren nunca, se duermen de a ratos, de a ratos pequeños, y el sueño infinito es solo una excusa. Al irme, extiende tu mano, y estarás conmigo sellada en contacto, y aunque no me veas, y aunque no me palpes, sabrás que por siempre estaré a tu lado. Entonces, un día, sonriente y vibrante, sabrás que volví, para amarte y nunca mas marcharme..!! (* Por seudónimo) |