*El escritor y editor Alberto Llanes habló a estudiantes universitarios sobre el efecto iceberg, que se extiende, dijo, a otras disciplinas artísticas como el teatro, el cine y la pintura.

El efecto iceberg ,o teoría de la omisión, es un recurso esencial no sólo en la literatura sino en varias disciplinas artísticas, en las cuales lo sugerente –aquello que no se dice pero se insinúa– tiene mayor presencia y juego filosófico que lo literal, dijo el escritor y editor Alberto Llanes Castillo, ante un público compuesto por más de 30 asistentes, en el marco del ciclo Conferencias Didácticas de Literatura organizado por la Facultad de Letras y Comunicación y el Instituto Universitario de Bellas Artes Manzanillo (IUBAM).

Durante la conferencia titulada “Cuentos con efecto iceberg”, Alberto Llanes, quien se define a sí mismo como “un goloso del cuento”, enumeró varios ejemplos del efecto iceberg en la literatura. “Uno de los maestros de la literatura iceberg es Ernest Hemingway, quien incluso en repetidas ocasiones reveló los secretos de esta clase de retórica, en la cual el autor omite a propósito la información, aunque siempre debe conocerla. Si el autor no conoce aquello que omite entonces sólo genera lagunas”, dijo.

Incluso, el efecto iceberg se extiende a otras esferas del arte: “Podemos mencionar el surrealismo de Dalí, un maestro de los efectos sugeridos, de los efectos que quizá a primera vista no se ven, pero que gozan de una fuerza poderosa en todo la composición de la obra”. También existe dicho efecto en el cine y el teatro. “Es en realidad algo necesario para todo creador”, comentó.

Para que el público se acercara de lleno a esta técnica literaria y artística, Llanes Castillo leyó el cuento “Rubén”, de Luis Britto García y “Colinas como elefantes blancos”, de Ernest Hemingway, donde claramente es apreciable “aquello que se esconde pero persiste, lo latente”.

El conferencista comentó que para él, dicho efecto viene –en parte– de la vida cotidiana. “No es exclusivo de la literatura o del arte, lo vemos incluso en las finanzas, en la política. Es algo sobrentendido, pero que no por eso no existe”.