Toda mujer embarazada debe cumplir con al menos 5 consultas de control prenatal para que éste sea efectivo y se detecten oportunamente complicaciones a la madre o el bebé, en las cuales se realizan evaluaciones mensuales de rutina y pruebas especiales según el riesgo y edad gestacional, indicó la Secretaría de Salud y Bienestar Social.

Algunas de las pruebas se realizan a todas las mujeres embarazadas, mientras otras son sólo para quienes sean susceptibles o estén en mayor riesgo de padecer ciertas condiciones, como es el caso de las mujeres mayores de 35 años, las adolescentes, los embarazos múltiples, las mujeres que han tenido complicaciones en embarazos previos y que padecen enfermedades crónicas.

El control prenatal es indispensable para el bienestar de la madre y del bebé. Durante los primeros siete meses de embarazo tienen citas mensuales, y con mayor frecuencia conforme se acerca la fecha probable de parto. En cada una de ellas, el especialista realiza pruebas de rutina para verificar el apto desarrollo del embarazo y exámenes especiales para identificar o diagnosticar diferentes condiciones que pueden presentarse en el embarazo.

Durante los nueves meses de embarazo se practican, entre otros exámenes especiales, pruebas de embarazo para confirmar el resultado y de VIH/SIDA para evitar la transmisión de éste virus al bebé; examen que determina la posibilidad de que el bebé sufra anomalías cromosómicas, síndrome de Down o defectos del tubo neural; evaluación por ultrasonido; pruebas de tolerancia a la glucosa y para detectar la diabetes gestacional.

Así mismo, se realiza examen vaginal de tacto o un ultrasonido; revisión vaginal de tacto para determinar dilatación y borramiento del cuello uterino, y un ultrasonido a los nueve meses de embarazo que ayuda a confirmar el bienestar del bebé.

Entre las evaluaciones de rutina que se realizan a la embarazada se encuentran las pruebas de Papanicolaou y de laboratorio de sangre y de orina; calificación de factores de riesgo obstétrico; información sobre el nacimiento por vía vaginal, evitando la cesárea, y los signos de alarma por los que se debe buscar atención médica inmediata y urgente.

Además, se establece un plan de seguridad para saber qué hacer con cada situación que se presente y a dónde se deberá acudir para atención médica y del parto; conforme se acerca el momento del parto, los cuidados médicos de rutina se dedican a vigilar el comportamiento del bebé: su posición, si ya "encajó" y su nivel de actividad.