04 de abril de 2014 14:52:00 horas
Con la intención de dar a conocer el uso de la fotografía como documento histórico, se proyectó el documental “La foto de la niña del napalm”, a cargo de Sandra Omelina Araiza Benuto, maestra en historia por esta casa de estudios, en el curso taller de cine documental que organizan el Archivo Histórico de la Universidad de Colima y la asociación civil Apoyo al Desarrollo de Archivos y Bibliotecas de México (ADABI).
En la charla, la también coordinadora de los Acervos Documentales del Archivo Histórico, habló sobre el valor del estudio de la imagen fotográfica como fuente primaria de investigación e interpretación histórica, así como de los repositorios en donde se conservan para su consulta y difusión.
Habló de la diferencia entre los que hacen historias ilustradas, “donde el texto no tiene que ver con las fotos porque el discurso se construye independientemente de las imágenes, y éstas simplemente lo acompañan o decoran”, y las historias gráficas, “donde las fotografías por sí mismas generan un discurso histórico en el que se plantean preguntas y problemas, como se hace con las otras fuentes documentales”.
Señaló también la diferencia entre la historia de la fotografía y la historia a través de la fotografía. En el primer caso, dijo, “se toman en cuenta los documentos fotográficos, los fotógrafos y su inserción en el devenir histórico en general”. En el segundo, “se toma a la fotografía como instrumento de investigación que puede usarse para estudios en diferentes disciplinas”.
Para explicar esto abordó algunas líneas generales sobre la manera de cómo analizar históricamente las imágenes producidas en un tiempo y espacio determinado, como las rutas por las que se puede transitar un planteamiento.
Finalmente hizo un análisis de la foto de Phan Thi Kim Phúc, una niña vietnamita de nueve años, corriendo para salvar su vida ante un ataque con bombas Napalm en la aldea de Trang Bang, durante la guerra de Vietnam. Ese momento fue registrado por Huynh Cong Út, fotógrafo de la agencia Associated Press (AP) en Saigón, lo que le valió el premio Pulitzer.
Antes de concluir, invitó a los participantes a “realizar investigación sobre Historia Gráfica como otra forma de contar el pasado. Es una disciplina que aún se sigue definiendo, se sigue cocinando lentamente y empieza a tomar los sabores de sus mezclas con el rigor de la disciplina histórica”.