Por: María Eugenia González Pereyra

Entre la noche del 20 y la del 21 de agosto, estamos viviendo el fenómeno llamado: "Luna Azul", el que no se repetirá hasta 2015. No se trata del color, se trata de tiempo en que se deja ver. Místicamente se le atribuyen influencias hermosas a su energía y lo que sí sé es que en luna llena si las mareas se afectan, nuestros cuerpos también. Disfrutemos de este espacio de energía creativa y amante del amar.

Personalmente al estar cociente de este fenómeno de magnetismos y mareas, medito e invoco al Dios interno, despierto la fuerza creadora, nutrir mi ser de olores y modos de mujer; de la diosa y te puedo entonces, volver a amar…

Luna mía, tuya, nuestra; eres dicha en mi fantasía.Ahí donde me pierdo para encontrarte, donde te alcanzo, te miro, me entrego. Me descubro el alma con sutiles susurros que acarician tu piel. Tú sereno, ¿crees que me sueñas? ¡Siénteme! en ti estoy, en mi estas; he viajado en la luz de la luna, para hacerme una contigo…  Celebro, bailo y canta el alma la melodía de tu mirada, así  en el espacio del no espacio yo soy la que yo soy; me cristalizo al amar con la mágica sacerdotisa, lo eterno de la diosa y con este corazón de hembra que se entrega con pasión, con miel, con luz de luna llena.

"Luna Azul" refiere al fenómeno de tener dos lunas llenas en un mismo mes calendario, y la segunda de ellas es la que recibe ese nombre. Ocurre cada tres años. Por lo general, cada mes tiene una Luna llena, pero a veces eso no ocurre porque los meses calendario no tienen coincidencia exacta con los lunares, la proxima será en julio del 2015.

Para que quienes esperan ver una Luna de color azul hay que decir que ese fenómeno  existe, aunque –por supuesto- ocurre pocas veces. La Luna puede verse azul o incluso verde después de una erupción volcánica debido a las partículas de cenizas en el aire que dispersan la luz roja.

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