A priori (en latín, 'lo que viene antes de'), en filosofía hace referencia al conocimiento adquirido sin contar con la experiencia, es decir, aquel que se adquiere mediante el razonamiento deductivo. El conocimiento a priori es básico en algunas ramas de la epistemología, especialmente en las teorías racionalistas. René Descartes, por ejemplo, consideraba la razón como una facultad independiente de la experiencia y defendía la existencia de un conocimiento innato, o a priori, conocimiento de uno mismo que expresaba mediante la célebre fórmula “Cogito, ergo sum” (“Pienso, luego existo”), que pasó a ser el punto de arranque de todas sus posteriores investigaciones. Por otro lado, la existencia del conocimiento a priori es negada por empiristas como David Hume o John Locke, según los cuales sólo lo que proviene de la experiencia, es decir, lo a posteriori, puede ser objeto de conocimiento. La existencia del conocimiento a priori ha sido una pieza clave en la formulación de argumentos que tratan de demostrar la existencia de Dios. Algunos filósofos han sostenido que negar el conocimiento a priori supone negar la posibilidad de probar la existencia de Dios ya que, como es notorio, Dios no es perceptible por los sentidos. La existencia de verdades a priori es invocada a menudo en ética, pues casi siempre, la mayoría de sus ideales básicos sólo pueden ser captados mediante el uso de la razón. Centro Web Ä La mejor información en línea sobre A priori. Búsqueda general más... |