Diez años de la Facultad de Turismo

*El cronista colimense, en el marco del décimo aniversario de la Facultad de Turismo, expuso a los estudiantes la época en que, para llegar a esta legendaria playa, había que irse a pie o en bestia, y cuando se convirtió en el lugar de veraneo de las “mejores familias de Colima”.

El cronista del estado de Colima, Abelardo Ahumada González, charló con estudiantes de la licenciatura en Turismo de la Universidad de Colima sobre el origen de esta actividad económica en México y Cuyutlán, en el marco del décimo aniversario del plantel, en Villa de Álvarez.

Para la profesora de tiempo completo Irma Magaña Carrillo, los pasajes históricos que compartió el cronista con los estudiantes “son un rico ejercicio de identidad para quienes viven en Colima y sus alrededores, y para quienes estudian el turismo y dedican su vida a ello”.

Entre sus hallazgos históricos, Ahumada González expuso que, en el Camino Real, para llegar a Colima se reconocen cinco casas de indígenas que recibían viajeros y donde les ofrecían una cama y comida, conocidos como mesones: en Atenquique, Platanar, San Marcos, San Jerónimo y Brizuela; “este último ubicado contraesquina del Hotel Ceballos y, con el tiempo, se llamó Hotel Casino; ahora es el Museo Regional de Historia de Colima”.

Además, compartió detalles de la época en que, para ir a Cuyutlán, se tenían que usar animales; habló, asimismo, sobre el proceso prehispánico de obtención de la sal y “del montón de insectos, chozas de hierbas secas y paseos que eran tarimas de madera que van hasta el agua del mar”, describió.

También dijo que los registros históricos señalaban que la “mejor sociedad de Colima viajaba a sus casas de asueto en esa playa, y el disfrute confundía sexos y razas”. Recordó hoteles de ese lugar, como El Albarelli y el Hotel Caramanchel.

En la charla fue acompañado por Enrique Ceballos Ramos, descendiente de los tres fundadores de los hoteles, y por Gabriel Velasco, ex director de la Secretaría de Turismo, ante quienes Abelardo Ahumada expresó su disponibilidad para continuar el intercambio de experiencias con los alumnos.

De manera especial, invitó al auditorio a recorrer a pie el antiguo camino para llegar a Cuyutlán: “Un recorrido que, antes de la introducción del tren, se hacía en bestia o a pie, pues hasta 1861 se construyó la carretera”. Tal invitación sí resultó interesante para los presentes, reunidos en el Archivo Histórico de la Universidad de Colima.