Por: María Eugenia González Pereyra

Cuidar con quién compartes tu energía íntima y sexual es más que importante , es imperioso para ser prospero y abundante.¿Y eso por qué?

Es muy simple, la energía personal al expresarse con erotica pasión y sensual placer, crea  conexiones entre ambas personas y  sin importar si son relaciones significativas o insignificantes, dejan la huella de la energía espiritual del otro en ti y la tuya es dejada en el otro. Debemos ser delicados en el momento de tomar la desición de intimar con alguien, especialmente con personas que no practican ningún tipo de ejercicios de consciencia, limpieza áurica, físico, emocional o de otro tipo. La Intimidad en este nivel entrelaza tu energía y aura con la energía y aura de la otra persona, por eso es que hay que conocer un poco o un mucho del otro, más allá de las apariencias, más alla de si es buen o mal partido, como nos han dicho las abuelas.

Mientras más interactúes íntimamente con alguien más profunda la conexión e intercambio energético; la conexión y su aura están entrelazadas con la tuya.

¿Imagina cuan confusa y variada puede estar el aura de alguien que duerme con varias personas? o la de alguien que tiene intimidad con una sóla persona, pero que dicha persona esta llena de bajos sentires y acciones… Si su energía se mezcla con la tuya, entonces la haces tuya. Y así es como toma sentido la frase de “la hice mía” o “es mío”… esa es la única y real posesión que existe entre dos seres… claro que a veces nos confundimos y entonces perdemos el sentido real de la pareja, pero de eso hablaremos en otra ocación.

Esas energías mezcladas las llevas contigo; las personas con quienes te relacionas a cualquier tipo de interacción, perciben esa confusión áurica; quizás contenga bajas vibraciones adquiridas de una relación intima con un ser no evolucionado o que no actúa desde el amor... De tal forma que los otros perciben la confusión y basura energética que se tiene y se alejan; únicamente será atraídos de esta forma seres con energía negativa así como sucesos confusos no luminosos, como caos y malas rachas… esta carga repele la energía positiva y atraen la energía negativa en tu vida.

Por eso la intimidad debe reservarse a ser compartida con un ser en quien confiemos en cuerpo y alma, alguien con quien nos gustaría estar eternamente; ese ser que esta como tu lo estas, atento de su pureza energética…..

No es cuestión de pecado o reglas sociales; es cuestión de amparar el alma y por ende nuestra vida diaria; es evolucionar hacia el amor y no caer en el desamor.