E).- LA EDUCACION POR EL TRABAJO: EL METODO FREINET Celestín Freinet, nació en 1896, extraordinario pedagogo, filósofo y poeta; se orientó a una educación para el pueblo y por el pueblo. Escribió varios trabajos entre ellos; la educación por el trabajo y la psicología sensitiva y la educación. Entiende que la escuela debe ser la continuación de la vida familiar y de la comunidad, en la que interactúa la escuela, porque la tarea del maestro debe convertirla en una escuela viva y solidaria con la realidad del niño, de su familia y de su entorno. En cuanto a su método, opta por el método natural de tanteo experimental que desarrolla Freinet, parte de entender al niño como un ser que cuenta con una serie de conocimientos previos al ingreso escolar y que su tendencia natural es la acción, a la creación y a la expresión espontánea en un marco de libertad. El principio que guía este método y las técnicas Freinet de la enseñanza y aprendizaje de los conocimientos escolares consiste en considerar que se aprende por la actividad específica, esto es, se aprende a leer y a escribir leyendo y escribiendo; y a dibujar se aprende dibujando; es decir, por medio de la libre exploración y la experimentación, el niño aprende y conforma su inteligencia y sus conocimientos. a).- LA EDUCACION POR EL JUEGO-TRABAJO Y EL TRABAJO – JUEGO. El proceso de adquisición del conocimiento no se da por la razón, si no a través de la acción, la experiencia y el ejercicio. A esta acción que denomina trabajo es la finalidad que debe lograr la escuela o sea la educación por el trabajo; este trabajo escolar deberá estar adaptado y responder a las necesidades esenciales del niño, por lo que, deberá ser en todos los casos: trabajo – juego. Este trabajo responde a las múltiples exigencias que el niño necesita. “Hay un juego por así decirlo, funcional, se ejecuta en el sentido de las necesidades individuales y sociales del niño y el hombre, un juego que hunde sus raíces en lo más profundo de nuestro acontecer atávico y que indirectamente sigue siendo una especie de preparación para la vida, una educación que prosigue misteriosa, instintivamente, no al modo analítica, sino con un espíritu, una lógica y un proceso que parecen específicos de la naturaleza del niño”.68 Con esto fundamenta Freinet que efectivamente el juego es una proyección para el futuro, inclusive al decir que no es razonable el conocimiento, este es posible a base del juego mediante la experimentación cercana e instintiva mente. Comenta a la vez que el juego, se antoja esencial lo mismo en el animalito que en el hombrecito, es, en definitivo, trabajo, aunque trabajo de niño, cuyo fin no siempre captamos y que no reconocemos en modo alguno porque es menos trivial y menos bajamente utilitario de lo que imaginamos por lo común. Para el niño, tal trabajo – juego es una especie de explotación y liberación, como la que siente, en nuestros días, el hombre que logra entregarse a una tarea profunda que lo anima y exalta. Al parecer los educadores se han preocupado por el placer eufórico que logra el juego, pero han denominado el impulso de adaptación y liberación que contiene; Freinet entiende que lo esencial de la actividad del juego en el niño, es su dinamismo y creatividad, por que estas lo apoyan, lo ayudan y lo llevan a desenvolverse libremente en el ámbito del conocimiento. Freinet dice que: ”El niño juega y juega más que el adulto por que hay en él un potencial de vida que lo inclina a buscar una amplitud mayor de reacciones: grita de buena gana, en vez de hablar, corre sin cesar en vez de caminar y luego cae profunda mente dormido, con la cuchara de sopa en la boca, y nada lo despertará si no hasta la mañana siguiente. La actividad que le permiten o le toleran los hombres y los elementos no basta a gastar la totalidad de ese potencial de vida; necesita un derivativo que no puede imaginar completamente y que se contenta con copiar de la actividad de los adultos adaptándola a su medida”69 Por lo tanto, el trabajo puede incorporar la alegría vital que contiene el juego, en la medida que se le ofrezcan a los niños actividades que les interesen, para que encuentren satisfacción, placer, alegría y no sólo eso que en el juego se logre el trabajo, pues este es el motor principal del juego. Son ante todo, al igual que el trabajo, satisfacción de esa necesidad de vida y actividad que es como el barómetro de nuestro poder específico. En razón de que los juegos – trabajo responden a lograr las necesidades esenciales del niño, así el juego – trabajo, satisface a los individuos, libera y canaliza la energía fisiológica y el potencial psíquico que busca natural mente un empleo. El juego – trabajo es el elemento constitutivo de la organización empírica del universo infantil a demás debe de responder a las necesidades profundas del momento. Por lo tanto los juegos que satisfacen la necesidad general innata de conquistar la vida son aquellos que corresponden a los gestos del trepador, del recolector, del cazador, del pescador y del criador del ganado, para ir en busca del alimento necesario para la vida; Freinet realiza una grandiosa y extensa clasificación de los mismos, como: la carrera con sus variantes. Juegos de escondite, de atrapar, de ser atrapado, etc… Juegos de saltar la cuerda, juegos ficticios. Juegos que corresponden, para el individuo, a la necesidad de conservar la vida y hacerla lo más potente posible como: el refugio, construir cabañas con piedras, tablas. Juegos inspirados por el padre y madre de familia como: Lucha de ataque y defensa, juegos de guerra Juegos contemporáneos, juegos modernos, y por último estudia Freinet los juegos de transmitir la vida para asegurar la perpetuación de la especie, como por ejemplo: -Constitución del papá o la mamá. -Nacimiento y cuidado del niño. -Crianza y domesticación de animales. Para concluir con juegos que imita la vida de los adultos y que tiene un gran valor para los niños, Freinet entiende que la alegría del trabajo es esencialmente vital, y más vital que el juego; considera que si se le ofrece al niño actividades que les interesen profundamente, que los entusiasme y movilice enteramente, este es el camino de la verdadera educación. Por esta razón les llama juegos – trabajo, y fundamenta que: “El juego - trabajo marca una relación íntima con la actividad adulta llamada trabajo; puesto que éste eleva al individuo a la dignidad de su eminente condición”70 68 FREINET, C. La Educación por el trabajo. Fondo de Cultura Económica, Méx. 1967, pág.129 69 IBIDEM pág. 131 70 IBIDEM. Págs 168-169 |