¿Qué sería de nuestro razonamiento si no le diéramos crédito? ¿Qué le ocurriría a nuestra mente si le negáramos su participación en nuestras cavilaciones? ¿Cuántas veces te ha surgido la duda más grande que todos tenemos en algún momento de nuestra existencia? La pregunta es difícil de responder con conceptos accesibles a nuestro lenguaje cotidiano. Tendríamos que sentarnos una tarde acompañados con un delicioso café o nuestra bebida favorita a escuchar nuestro interior, a charlar con nuestros pensamientos, o conversar con alguna persona capaz de entender nuestros silencios reflexivos y nuestras palabras; a poner nuestras ideas en orden y a darles existencia a través de las letras. ¿Cómo te irían unas palabras para agregarlas a tus conceptos? Parece que nos vamos serenando a medida que tenemos las herramientas adecuadas expresar lo que sentimos, quizá sea nuestra condición de seres sociales la que nos conduzca a realizar este ejercicio de volcarnos hacia afuera, lo que nos construye, y hacia los demás, quienes son lo que nos dan la existencia.

¿QUÉ ES LA VIDA?

La vida es el ayer y es el hoy.

La vida es la continuidad.

La vida es el movimiento.

La vida es el aquí y el allá.

La vida es el cerca y el lejos.

La vida es la flor y la rama seca.

La vida es la piedra y el agua.

La vida es la voz y el silencio.

La vida es el fruto y la semilla.

La vida es la tierra y el Universo.

La vida es lo que queremos y lo que olvidamos.

La vida es hacer.

La vida es decir.

La vida es el irse y el llegar.

La vida es el misterio de la transformación.

La vida es reír y agonizar.

La vida es dar y recibir.

La vida amig@ mí@s, es morir y renacer.

La vida es el vuelo y la quietud.

La vida eres tú, la completud.

La vida soy yo.

La vida es el amor.

La vida es una danza continua de pérdidas y elecciones mediante las cuales sería imposible identificar nuestro ser y embellecer nuestras creaciones a partir de lo que somos.

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¡Atrévete a ser! ¡Atrévete a tocar tu propia melodía! a imaginar, a despertar en ti, a estar, a desear, a dar, a vivir, a sonreírle a la vida con ese nuevo cerebro y corazón que resurgen después de tus largas meditaciones, atrévete, a volver a empezar.