* Secretaría de Salud distribuye cada año más de 100 mil frascos de esta vitamina B Con el ácido fólico se previenen defectos del tubo neural (cerebro y médula espinal) y en la boca del recién nacido (labio leporino o hendidura del paladar), así como problemas de salud como cáncer, infartos e hipertensión arterial, por lo que la Secretaría de Salud y Bienestar Social del Gobierno del Estado distribuye cada año en la entidad más de 100 mil frascos de esta vitamina B que necesita cada célula del cuerpo para el crecimiento y desarrollo sano. La Secretaría de Salud estatal informó que hasta septiembre de este año había distribuido 104 mil 330 frascos de ácido fólico; mientras que en 2010 y 2011 cerró con una distribución de 109 mil 874 y 166 mil 971, respectivamente. Señaló que esta vitamina debe usarse por lo menos tres meses antes del embarazo y durante el primer trimestre del mismo, ya que si el feto sufre déficit de ácido fólico durante la gestación, también puede padecer anemia megaloblástica, ser prematuro o presentar bajo peso al nacer, además que la madre puede padecer eclampsia, un proceso que cursa con hipertensión y pérdida de proteínas por la orina. Asimismo, juega un papel muy importante en la producción de glóbulos rojos y puede ayudar a proteger de la enfermedad cardíaca y a prevenir los defectos del corazón, páncreas, riñones y síndrome de Down, según lo han demostrado algunos estudios. En este sentido, agregó que el folato es necesario para la producción y mantenimiento de nuevas células, especialmente durante periodos de división y crecimiento celular rápido como en la infancia y el embarazo. Por esto, la deficiencia de esta vitamina dificulta la síntesis y división celular, afectando principalmente la médula ósea Indicó que las legumbres (garbanzos, lentejas) y los vegetales de hoja verde como la espinaca, lechuga, chícharos, frijol, cereales fortificados, frutos secos y semillas de girasol son fuentes ricas en ácido fólico. Para concluir, manifestó que la deficiencia de ácido fólico se manifiesta con diarreas, pérdida del apetito y de peso, siendo signos adicionales la debilidad, lengua dolorida, dolor de cabeza, taquicardia, irritabilidad y desórdenes de conducta. |