El acercamiento de la empresaria Lilia Aguirre Betancourt, propietaria de la fabrica industrializadora de plátano Mi Ranchito Bananas, con la Escuela de Mercadotecnia de la Universidad de Colima generó una alianza de éxito desde 2009 y ambas buscan dar ejemplo a otros agroproductores para diversificar su producto.

Dentro de pocos días, tres de sus presentaciones de frituras de plátano estarán a la venta en 70 tiendas Walmart de la región. Este es el logro más reciente que implicará incrementar su producción y estrenar nuevo empaque metalizado.

Acerca de su experiencia con la Escuela de Mercadotecnia, Lilia Aguirre explicó que para lograr este nivel de trabajo sólo hay que ser recíprocos y atentos con los estudiantes y los estudios que realizan. “Las cosas se pueden hacer siempre y cuando haya un compromiso muy serio”.

Félix Rogelio, director del plantel, señaló que desde hace dos años alumnos de diferentes semestres participaron en diversas etapas del proceso como el diseño de imagen, coordinación del proyecto, promoción, y degustación. Añadió que próximamente se iniciará la investigación de nuevos mercados y campañas de degustación para identificar sabores muy específicos por edades.

Durante los últimos tres años los creadores de Mi Ranchito Bananas sortearon muchas situaciones adversas, pero también se acercaron a instancias como FIRCO, SAGARPA, Secretaria de Fomento Económico, Secretaría de Desarrollo Rural y otras dependencias más para recibir apoyo y asesoría. Finalmente la fábrica fue inaugurada en junio de 2010, y desde entonces se enfocaron a mejorar sus procedimientos.

“Nos acercamos al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) y al Centro de Innovación Aplicada y Tecnologías Competitivas (CIATEC) con un proyecto de innovación tecnológica y producimos un platanito único en el mundo que esta deshidratado y bañado en chamoy, dijo la señora Lilia Aguirre, y agregó que este producto posee ventajas por ser natural y que fomentará que los niños comiencen a conocer comida sana.

Félix Rogelio resaltó la actitud perseverante todo el tiempo de Lilia Aguirre. “Nos cerraron puertas pero al día siguiente ella ya estaba retomando su meta”. Al respecto la empresaria dijo que al diversificar el producto “ya no podemos esperar a la próxima temporada, pues es un trabajo de 24 horas”.

Mi Ranchito Bananas, con diez hectáreas de cultivo, fabrica chips de plátano con caramelo, con sal y limón, con chile y con dulce (usa la misma azúcar del plátano). Además, produce plátano deshidratado (Cavendish) de forma natural y el plátano macho deshidratado con chamoy.

La próxima aventura será desarrollar la harina y la mermelada de plátano, porque Lilia Aguirre señala que hay muchos más derivados de esta fruta y se puede aprovechar absolutamente todos del plátano, desde el pinzote, el tallo, las hojas, la cáscara (con pulpa sirve como alimento nutritivo del ganado).

Antes de finalizar, la empresaria concluye que resolvió la problemática que enfrenta en las épocas de exceso de oferta de plátano para controlar el precio. Y que acercarse a la UdeC es muy importante para lograr la vinculación y que los muchachos egresen con conocimiento de lo que enfrentarán y en dónde se enfocarán.