Empacaron los trajes prehispánicos, los faldones, las botas, los instrumentos musicales y partieron a Europa. Los integrantes del Ballet Folklórico de la Universidad de Colima (BFUC) realizan una gira, con duración de un mes, por España; allá participarán en tres festivales internacionales: Burgos, Portugalete y Viveiros.

La explanada de la Catedral de Burgos fue el marco de la primera presentación del Ballet Folklórico, dirigido por Rafael Zamarripa. Allí comenzaron los festejos por el quinientos aniversario de las leyes de Burgos que, a su vez, constituyeron las bases  de lo que hoy conocemos como derechos humanos.

Miguel Alonso, director del Festival de Burgos, y Rafael Zamarripa, director  de la compañía universitaria, dieron con la idea de representar algunos hechos históricos en un espectáculo multidisciplinario que narró el descubrimiento del Nuevo Mundo.

La historia dio inicio en una de las terrazas que ofrece la arquitectura gótica del recinto donde aparecen las gallardas figuras de un indígena y un español que se confrontan. La coreografía de Perro de Fuego recrea el lugar donde  habita el pueblo  indígena, disperso en una vida con movimiento que revela usos y costumbres de los indígenas antes de la conquista.

Prosiguió el cuadro Juegos de Magia y Muerte que muestra las creencias y  prácticas espirituales curativas  entre el chamán y el enfermo; finalmente los indígenas reconocen mediante una alabanza la imagen de la cruz y con ello una nueva forma de vida que modificaría las tradiciones y costumbres de nuestro país.

El Ballet Folklórico de la Universidad de Colima actuó ante un público perceptivo y entusiasta; se estima que más de cinco mil personas apreciaron la propuesta cultural de esta agrupación en el Festival  de Burgos.

Burgos es reconocida como uno de los más importantes centros turísticos del país; es una ciudad española situada en el norte de la Península Ibérica, capital de la provincia homónima integrada en la comunidad autónoma de Castilla y León. El verano es frío, se congela todo, excepto el entusiasmo y la fuerza del Ballet Folklórico de la Universidad que ofreció ese espectáculo los días 12, 13 y 14 de julio en la explanada de la catedral de la ciudad.