La investigación de Heinrich Rudolf Hertz está muy presente a diario en nuestras vidas y en toda la tecnología que nos rodea. Aunque no sea muy conocido por el público general este científico alemán con sus investigaciones fue uno de los iniciadores de la comunicación moderna. Sin sus teorías y descubrimientos inventos tan cotidianos como la radio, los radares, incluso los móviles o las ondas Wifi no podrían funcionar. Y para darlo a conocer, y rendir un merecido homenaje, a Heinrich Rudolf Hertz (Hamburgo, 22 de febrero de 1857-Bonn, 1 de enero de 1894), Google cambia hoy su portada y coloca un doodle animado con ondas hertzianas, llamadas así también en honor al científico alemán. El científico Heinrich Rudolf Hertz nació en el seno de una familia judía convertida al cristianismo. Desde su niñez ya demostró tener unas dotes especiales, leía a los clásicos como Platón y las tragedias griegas en versión original, sin olvidar que también leía árabe, por lo que su madre presumía de que su hijo siempre era el primero de la clase. Sin embargo, el pequeño Heinrich Rudolf Hertz también tenía cualidades para actividades manuales y prácticas como la carpintería y el torno, donde también destacaba por su habilidad. Esta afición por las áreas más prácticas influyó en su decisión de hacer Ingeniería en Dresde. Su pasión, no era otra que la física, de tal forma que se desplazó hasta Berlín para estudiarla con Gustav Kirchoff. Con una tesis sobre la rotación de esferas en un campo magnético, Hertz obtuvo su doctorado en 1880, con sólo 23 años y continuó como alumno de Hermann von Helmholtz hasta 1883, año en el que es nombrado profesor de física teórica en la Universidad de Kiel. En 1885 se trasladó a la Universidad de Karlsruhe, donde descubrió la forma de producir y detectar ondas electromagnéticas, las que 20 años antes habían sido predichas por James Clerk Maxwell. A partir del experimento de Michelson en 1881, que refutó la existencia del éter, Hertz reformuló las ecuaciones de Maxwell para tomar en cuenta el nuevo descubrimiento. Probó experimentalmente que las ondas electromagnéticas pueden viajar a través del aire libre y del vacío, como había sido predicho por James Clerk Maxwell y Michael Faraday, construyendo él mismo en su laboratorio un emisor y un receptor de ondas. Para el emisor usó un oscilador y para el receptor un resonador. De la misma forma, calculó la velocidad de desplazamiento de las ondas en el aire y se acercó mucho al valor establecido por Maxwell de 300.000 km/seg. Hertz se centró en consideraciones teóricas y dejó a otros las aplicaciones prácticas de sus descubrimientos. Marconi usó un artículo de Hertz para construir un emisor de radio, así como Aleksandr Popov hizo lo propio con su cohesor, aparato que adaptó mediante los descubrimientos de Hertz, para el registro de tormentas eléctricas. También descubrió el efecto fotoeléctrico, que fue explicado posteriormente por Albert Einstein, cuando notó que un objeto cargado pierde su carga más fácilmente al ser iluminado por la luz ultravioleta. Hacia 1889, Hertz comenzó a tener graves problemas de salud. Aunque inicialmente estos no le molestaron en su trabajo, finalmente murió de septicemia a la edad de 36 años en Bonn, Alemania. Las telecomunicaciones deben su existencia a este científico y es por ello por lo que, como homenaje, la comunidad científica dio su nombre a la unidad de frecuencia (el Hertz o hercio), decisión que se tomó en 1930 por la Comisión Electrotécnica Internacional. |