Los niños y niñas de Mirador de la Cumbre II festejaron en grande en el festival navideño que organizó el Voluntariado de la Universidad de Colima en el Centro de Desarrollo Comunitario de esta colonia. En su mensaje de bienvenida, el rector, Ramón Cedillo Nakay, agradeció el entusiasmo con que este grupo voluntario realiza sus actividades y el tiempo que dedica en la atención de los habitantes de esta zona. Por su parte, Cristina Torres agradeció el apoyo institucional para realizar este evento así como al personal de las distintas dependencias universitarias que se suman a las tareas que realiza este grupo. También felicitó a todos los participantes que acuden a este centro de capacitación por su empeño y dedicación en la formación que reciben. Por su parte, Julia Jahel Pérez Quiñonez, secretaria ejecutiva del Voluntariado de Colima, con la representación de la señora Alma Delia Arreola, presidenta del DIF estatal, expresó el deseo de que “esta Navidad estén llenos de bendiciones en sus casas y que tengan un feliz 2013?. Asimismo, afirmó que el organismo continuará trabajando de la mano con el Voluntariado de la Universidad de Colima para continuar atendiendo a las familias de esta zona. Como parte de este festejo, niños, niñas, mamás y papás disfrutaron de esta alegre convivencia, además de recibir dulces, juguetes y un refrigerio que compartieron en convivencia con sus familias. Los festejados gozaron del programa artístico que se preparó para esta ocasión con los bailes folklóricos a cargo del ballet de la Escuela Primaria “15 de Mayo” y el coro de niños “Voces del Mirador” que dirige el maestro Rafael Martín del Campo. En el marco de esta celebración, las integrantes del Voluntariado fueron reconocidas con un aplauso por todos los asistentes con motivo de la víspera de la celebración del Día Internacional del Voluntariado. La Organización de las Naciones Unidas reconoce que el Voluntariado se basa en los valores de la solidaridad, confianza mutua y trasciende todas las fronteras culturales, lingüísticas y geográficas. Al brindar su tiempo y sus conocimientos sin esperar una recompensa material, los propios voluntarios se sienten realizados, inmersos en un extraordinario sentimiento de plenitud. |