Diccionario, - Países Bajos Los primeros pobladores de Holanda fueron los bátavos que habitaron la parte del país comprendida entre el Rin, el Wahal y el Mosa, conocida con el nombre de isla de los Bátavos y los frisones y otros pueblos germánicos, que ocuparon el resto del territorio. Carlomagno incorporó el país a sus dominios. Las mismas provincias que hoy constituyen el reino estaban desunidas; así, que con facilidad pasaban de uno a otro dueño. A fines de la Edad Media pertenecían a Austria, y en el siglo XVI estaban en poder de España. En esta época fue cuando se intentó la aventura de los mares con tanto éxito que, en el último tercio del siglo XVII, fue tal el poderío colonial de Holanda, que, comercialmente hablando, no sólo Europa, sino Asia era tributaria suya, y mientras que en Oriente iba adquiriendo colonias, en el suelo patrio conquistaba su propia independencia, librándose de la tutela de España; todas las provincias se unieron y formaron la república de las Provincias Unidas de los Países Bajos. Al frente de las Provincias Unidas se puso un estatúder que compartía su autoridad con los Estados Generales; el primer estatúder fue Guillermo de Orange, y sus descendientes conservaron la misma dignidad hasta que, por influjo de la Revolución francesa, cuyos ejércitos conquistaron Holanda, se proclamó en 1795 la República Bátava, que sólo duró once años y arrastró lánguida vida. En 1806 Napoleón transformó esta República en reino para dárselo a su hermano Luis. Abdicó éste en 1810, y Holanda perteneció a los franceses hasta 1813, en que proclamó su independencia y eligió por rey a Guillermo I de Orange. En 1815, el Congreso de Viena proclamó el Reino de los Países Bajos, uniendo a holanda y Bélgica; pero esta unión fue efímera y en 1830, después de la revolución se separaban. Holanda quedó así reducida a las antiguas Provincias Unidas, pero conservó consigo todas las colonias. Esta nació es una de las pocas de Europa que supieron mantenerse neutrales en la Primera Guerra Mundial de 1914-1918, a la cual debió, no obstante, graves daños. En la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), también conservó su neutralidad; pero a pasar de ello, el país fue ocupado por Alemania en 1940 y la reina Guillermina se refugió con su Gobierno en Inglaterra. Cuando en 1942 el Japón intervino en la contienda, ocupó las Indias holandesas. Terminada la guerra, la reina volvió a ocupar su trono hasta septiembre de 1948 en que por razones de salud y después de cincuenta años de reinado, abdicó en favor de su hija la princesa Juliana.Enciclopedia, México, Colima, Revista Electronica Fumarola, Noticias LeeColima, Lee Colima