Diccionario, - Soler, Antonio Fecha de Nacimiento: 3 de diciembre de 1729 (baut.) en Olot
Fecha de Muerte: 20 de diciembre de 1783 en El Escorial
Nacionalidad: Español
Período: Barroco
Biografía:
Antonio Soler es considerado como el compositor más importante activo en España durante la segunda mitad del siglo XVIII. Nacido en la provincia de Gerona, al norte de España, Soler ingresó a los seis años al famoso coro escolar en el Monasterio de Montserrat donde estudió órgano y composición.
Antes de eso probablemente había recibido alguna enseñanza de su padre quien formaba parte de la banda de un regimiento. En 1744 fue nombrado organista en la catedral en Seo de Urgel y más tarde fue ordenado subdiácono en esta iglesia.
Por esa época el obispo de Urgel consultó a Soler si conocía a un chico que supiera interpretar el órgano y quisiera recibir las órdenes religiosas en el Escorial. Soler se ofreció como voluntario, diciendo que hacía mucho tiempo que deseaba tomar los votos y retirarse del mundo. Y así lo hizo el 25 de septiembre de 1752.
Se convirtió en monje e ingresó al famoso monasterio cercano a Madrid y construido por Felipe II. También se convirtió en maestro de la capilla, probablemente en 1757 y luego de la muerte de su predecesor, Gabriel de Moratilla. Soler permaneció ahí hasta su muerte en 1783.
Afortunadamente para la posteridad, los deseos de Soler por una vida tranquila no se cumplieron tanto como él quiso. Además de sus actividades monásticas, Soler tenía que preparar al coro, proporcionar música coral para los servicios y componer música tanto instrumental como secular para las frecuentes visitas de la familia real al Escorial. La corte española generalmente pasaba ahí el otoño.
La numerosa producción de Soler se acerca a las 500 obras individuales, incluyendo diez misas, dieciséis motetes, cincuenta salmos, veintiocho himnos, nueve Magnificats, catorce letanías, diecisiete lamentaciones para Semana Santa, veintiuna piezas para servicios funerales, ciento veintiocho cantatas y villancicos. Estos últimos combinan canto con acompañamiento instrumental, danza y efectos teatrales.
Además compuso veintidós partituras para el teatro, seis quintetos para cuarteto de cuerdas y clavecín u órgano obligado, seis conciertos para dos órganos, un fandango, y cerca de 150 sonatas para teclado, la mayoría de ellas concebidas para el clavecín.
Soler también se interesó por la teoría y la historia musicales. En 1762 publicó un tratado sobre modulación titulado Llave de la Modulación el que provocó algunos argumentos acalorados entre los teóricos musicales en la España de la época. Uno de sus defensores fue el compositor italiano, el Padre Martini de Bolonia (1706-1784) con quien Soler mantuvo regular correspondencia entre los años 1765 y 1771.
El interés y maestría de Soler en la afinación quedó demostrada por su construcción de un Afinador que dividía un tono en nueve partes y que se dice mostraba la diferencia entre un semitono mayor y menor. También fue un experto en la construcción de órganos y bajo su asistencia se construyeron los nuevos órganos para las catedrales de Málaga y de Sevilla.
Entre los escritos de Soler no relacionados con la música hay un libro sobre tasas de intercambio corrientes en Castellano y en Catalán, el que produjo en 1771. No hay retratos de Soler. Martini le solicitó uno para su galería de grandes músicos pero lamentablemente el monje español declinó modestamente el ofrecimiento.
Los logros de Soler sorprenden aún más si se considera que mucho de su día era ocupado en la oración y en la rutina de la comunidad religiosa. Periodos de enfermedad le impidieron trabajar. Al menos en dos ocasiones sufrió de malaria. Y del obituario anónimo a Soler, escrito por un monje amigo en el día de su muerte, Soler dormía solamente cuatro horas cada noche, retirándose a la medianoche o la una de la mañana y despertando a las cuatro o cinco de la madrugada para decir Misa.
Durante los años 1752 a 1757 Soler habría estudiado composición con Domenico Scarlatti y muchas de las sonatas de Soler muestran su influencia de manera marcada en términos de forma y de lenguaje musical. A pesar de esa probable “deuda” a Scarlatti, Soler desarrolló una mucho más evidente originalidad.
Muchas de las sonatas de Soler parecidas a Scarlatti poseen un movimiento único en forma binaria, es decir, en dos secciones, cada una de las cuales se repite. Pero Soler también compuso numerosas sonatas en varios movimientos. Y posiblemente haya sido uno de los copistas de algunos de los volúmenes manuscritos de las sonatas de Scarlatti que hoy se encuentran en Venecia y en Parma.
Muchas de las sonatas y obras instrumentales de Soler fueron compuestas para el Infante Don Gabriel, hijo de Carlos III, a quien Soler sirvió como maestro de música desde mediados de la década de 1760. Algunas de esas sonatas son las más exuberantes y vivaces de Soler, contrastando con el ambiente austero y sombrío en que fueron escritas.
Tal como en Scarlatti, la canción y la danza folclóricas de España aparecen de manera prominente en las sonatas de Soler. Además este autor fue muy influido por las cambiantes modas musicales de la segunda mitad del siglo XVIII y algunas de sus sonatas, tanto en un movimiento como en cuatro movimientos, datan de fines de la década de 1770 y comienzos de la de 1780, acercándose a la escuela clásica vienesa en términos de lenguaje musical.Enciclopedia, México, Colima, Revista Electronica Fumarola, Noticias LeeColima, Lee Colima