Para Isaac Namme Galindo, maestro en pedagogía instrumental de la Universidad Estatal de San Diego, Estados Unidos, la experiencia a través de la vista, el oído y el tacto es básica para lograr un aprendizaje pleno, especialmente en los estudiantes de música.

Al presentar su libro “Teoría práctica de la Música”, editado por el municipio de Tijuana este 2013, Isaac Namme comparó el aprendizaje musical con la forma en que la gente se enseña a leer; primero se enfrenta con las palabras y después conoce la teoría de lo complejo que es leer, no al revés.

Namme Galindo presentó su libro hace días ante profesores y alumnos de música del IUBA (Instituto Universitario de Bellas Artes) de la Universidad de Colima.

Fue una presentación técnica, para especialistas en teoría musical, que despertó comentarios encendidos entre los asistentes, quienes complementaron y refutaron lo que el expositor iba explicando mediante diapositivas.

El aporte del libro, dijo su autor, comparándolo con la literatura existente en este tema, es que integra distintos conceptos en un todo orgánico, “para que el estudiante logre un aprendizaje pleno y evite errores”.

Ofrece, añadió, “una perspectiva práctica, viva”, que ha venido probando en sus clases durante los últimos diez años. Basa su método en el piano porque el aspecto visual de las teclas “facilita la comprensión y asimilación casi inmediata de muchos conceptos teóricos, pues existe una posición estándar para tocar un acorde, escala o intervalo, lo que permite el refuerzo de las memorias visual, auditiva, analítica y kinésica”.

En el piano, dijo, “escucho, hago, veo, siento”, y todo eso lo integró en su libro. El aprender de esta manera, añadió, “ayuda a ver de manera espontánea una situación musical y encontrar soluciones rápidas”.

Es un libro para principiantes, comentó, que integra varias formas de acercarse a la música, “porque nadie aprende de la misma forma”. Para escribirlo, se inspiró también en una sentencia de Confucio: “Oigo y olvido, veo y entiendo, hago y aprendo”.