El cáncer de mama es una enfermedad curable cuando se detecta a tiempo. Las acciones básicas en la detección temprana del cáncer mamario permiten identificarlo en etapas tempranas y con esto aumenta la posibilidad de su curación.

La Secretaría de Salud señaló que las tres acciones básicas de la detección de cáncer mamario son la autoexploración, misma que se recomienda a partir de los 20 años de edad. Debe realizarse de manera mensual entre el séptimo y décimo día de haber iniciado su menstruación, y si ya no menstrua, elegir un día fijo cada mes.

Otras acciones de detección son el examen clínico, mismo que debe ser practicado anualmente a partir de los 25 años de edad, y la toma de la mastografía a mujeres aparentemente sanas de 40 a 69 años de edad, la cual permite detectar tumores muy pequeños y diagnosticar cambios anormales en las mamas.

En los pocos casos en los que se sospeche que el cáncer de mama es hereditario, entre el 5 y 10 por ciento, debe efectuarse un seguimiento más estricto, que junto a otras medidas permitan mejorar la detección y el pronóstico de la enfermedad. En este sentido, la valoración de estas mujeres se debe realizar al menos 10 años antes de la edad en la que se presentó el caso más joven de cáncer en el familiar y posteriormente de acuerdo con los hallazgos.

Hay otras acciones de autocuidado que puede realizar la mujer, como acudir de inmediato al médico ante cualquier cambio en sus mamas; consumir abundantes frutas y verduras, disminuir el consumo de grasa de origen animal, y realizar ejercicio físico de 30 a 60 minutos todos los días.

Asimismo, para reducir riesgo de contraer el cáncer de mama es importante reducir el consumo de alcohol, consumir ácido fólico y amamantar como factor protector.