19 de noviembre de 2013 20:10:00 horas

El pasado viernes, en la Casa del Archivo Histórico del Municipio de Colima, se realizaron las charlas “Religiosidad popular en la narrativa mexicana del siglo XIX”, impartida por Hilda Rocío Leal Viera, y “Claves para la interpretación literaria de los juegos infantiles”, a cargo de Gloria Vergara Mendoza; ambas catedráticas adscritas al Cuerpo Académico 49 de la Facultad de Letras y Comunicación.

“En las novelas de Altamirano o de Lizardi es muy común encontrar el aspecto religioso; la devoción juega un papel importante dentro de esas narrativas”, comentó la maestra Rocío Leal Viera.

Añadió que “esto nos refleja parte de la identidad nacional en ese momento, por eso tienen tanta fuerza los personajes femeninos que se involucran en un mundo lleno de elementos religiosos, desde la iglesia hasta los ritos fúnebres, el casamiento, los rezos, la actitud devota. Incluso sobresale la entidad femenina como un conductor de religiosidad”.

Por su parte, la investigadora y poeta Gloria Vergara explicó que muchos juegos infantiles reconocidos popularmente contienen una serie de cuestiones identitarias.

“Esto forma parte de un estudio que empecé hace algunos años sobre la tradición oral en Michoacán. Ahora retomo algunos temas que no había tratado anteriormente porque quiero terminar un estudio sobre cuestiones teóricas desde la lírica. Tomé unos pequeños apartados sobre los juegos infantiles en los que se aprecia la sincronía entre el movimiento –con las palmas– y el sonido de la canción”, explicó.

Este tipo de canciones infantiles muestran cómo el ritmo del cuerpo está cercano al ritmo de la palabra, la cual tiene que ver con el sentido lúdico, agregó. De igual modo, dijo que analizará el imaginario social representado en estos juegos, particularmente en los destinados a las niñas. “Lo que aquí se representa no es precisamente muy agradable, porque a veces nos refleja una imagen distorsionada de la mujer”.

Lo importante de este tipo de trabajos es que guardan una serie de significados sociales muy importantes; “esto nos permite comprender más acerca de la educación, de cómo la sociedad evoluciona en sus patrones de comportamiento y también cómo la figura de la mujer muchas veces entra en detrimento en estos patrones de juego”, finalizó.