05 de agosto de 2014 19:44:00 horas
*La investigadora de la Universidad Pedagógica Nacional dictó conferencia en la U de Colima, en el marco de las Jornadas Académicas 2014.
La investigadora de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), Teresa de Jesús Negrete Arteaga, aseguró que ha costado trabajo que los profesores se adapten a su nuevo rol educativo como tutores o facilitadores con múltiples tareas, al dictar la conferencia “Trama curriculares: Una estrategia de formación basada en dispositivos de aprendizaje”, en el marco de las Jornadas Académicas 2014 “Innovación docente”, organizadas por la Universidad de Colima.
En su disertación sobre el proceso de la Universidad Pedagógica Nacional, explicó que para elaborar la trama curricular se formaron dos comisiones, una de docentes y otra de estudiantes, para que estos últimos apoyaran en las estrategias así como en el acercamiento a la población a través de entrevistas, círculos de trabajo y reuniones que facilitasen el proceso de sistematización de las demandas de dicha población.
Con lo anterior, comentó, se obtuvieron dos elementos: por un lado, los encargos y exigencias de las instituciones desde la perspectiva de quienes las dirigen y/o de su propia normatividad, y por otro las demandas y deseos de la población.
Los resultados de los datos obtenidos permitieron la modificación de los procesos de admisión a la licenciatura y al posgrado, lo que hasta la fecha ha durado cuatro años. “Tomando en cuenta expectativas y necesidades y reconociendo cargos y demandas, es como hemos reformulado las propuestas curriculares y también creado las condiciones de relación entre los académicos y los estudiantes”, dijo.
Teresa de Jesús Negrete señaló que “lo más importante de este trabajo es hacer visibles los procesos de aprendizaje, las expectativas y los dominios que docentes y estudiantes consideraban convenientes para el ejercicio profesional”.
En este proceso de innovación curricular, detalló, fue necesario cambiar la forma de enunciar los contenidos de las asignaturas: “El cambio de la enunciación no sólo es un cambio de nombre, sino una reubicación en el plano institucional”.
Comentó que también ha costado mucho trabajo que el profesor se reconozca de manera diferente, pues ahora, de haberse desempañado mayormente con horas frente a grupo, se convierte en un académico con múltiples roles.
“Este cambio de lugar en la figura del profesor implica adecuaciones en su función y tareas, pues ahora es también un tutor, facilitador y acompañante de los estudiantes; su rol consiste en diseñar actividades y propiciar las condiciones del aprendizaje”, aseguró.
Por último, dijo que la actividad del estudiante bajo este modelo, “ya no se sitúa en la verificación del manejo de información a través de controles de lectura, exámenes, fichas técnicas y documentos por escrito, sino que debe observar, describir, analizar y juzgar ideas conceptuales, aspectos metodológicos y técnicas de planos diversos de comprensión y de acción”.