Por: Maria Eugenia González Pereyra

Tema difícil de tratar, muy escuchado y casi nada atendido. Poco a poco iremos pelando esta cebolla, capa por capa, en diferentes artículos y escritos; la violencia es la consecuencia de una serie de patologías emocionales arraigadas y que hacen un daño profundo.

La única salida es el buscar ayuda, atenderse y pronto. El control, la inseguridad, la vergüenza, el miedo, el silencio, el aislamiento, el sufrir, la sumisión son algunas de las palabras que una relación de violencia rescata… es un ciclo vicioso, que avergüenza a la víctima al grado de temer siquiera mencionarlo, denunciarlo a las autoridades es aun más complicado…

Yo recomiendo la terapia especializada y experimentada en este asunto, independientemente de recibir guía espiritual, apoyo legal y familiar. La atención inmediata, sea cual sea el nivel de violencia es en verdad, un tema de vida o muerte.

Toda vez que sé de un caso de violencia, me crispo y rezo para que la víctima sea bendecida con el valor, la determinación y la fuerza para denunciar; pido por todos los involucrados. Para que tengan la posibilidad de modificar esta herencia maldita; créeme hay una salida de este espiral de dolor, del laberinto del desamor.

La violencia intrafamiliar un ciclo que confunde. Todo inicia en la etapa de “enamoramiento enajenante”, aquel que se basa en el vacío emocional y, no en el respeto y cariño mutuo. En ese espejismo todo es belleza y anhelos románticos, los que nos llevan a una ceguera parcial y no vemos la señales de que estamos entrando a un infierno…Sólo piénselo un poco, nadie llega el día que te conoce y te dice:

-Hola, soy fulano de tal, ¿cómo estás? mira vengo a presentarme pues tengo planeado saciar mis vacíos, huellas de abandono, inseguridad y la imperiosa necesidad de subyugarte y humillarte; así soy y sólo de esa forma me siento mejor conmigo mismo. Por eso te voy a conquistar y poco a poco, sutilmente te iré condicionando para que por fin un día pueda yo humillarte tanto que yo me sienta poderoso, para suplir mi inexistente virilidad. ¿Me darías tu teléfono? quiero invitarte a tomar un café, me gustas y voy hacer todo por conquistarte y amarte -sería más honesto decir domarte y romperte-

¡CLARO QUE NO! nadie se presenta así y esa es la confusión. Él, encantador pretendiente y la envidia de mis amigas, pasa a ser el novio divertido y cariñoso, claro un poco celoso pero seguro es porque nos ama, hasta que por fin se convierte en mi hombre y yo su mujer... y ahí las señales que no vimos y que el depredador escondió van saliendo de su escondite poco a poco… socavando la autoestima que pudiésemos tener; porque la víctima viene cargando un equipaje de su historia personal en donde muy profundo de su ser tiene heridas profundas y llega a sentir que el hecho de que alguien le haga sentirse amada es un favor que recibe y no algo merecido, no es mala suerte el estar con un depredador, es una consecuencia de nuestra infancia, adolescencia, creencias y por eso tenemos parte de responsabilidad, si, así es aun cuando nos sepamos la víctima.

La violencia se va manifestando… primero verbal, después emocional, psicológica, económica, social y un buen día física… para ese día se esta tan vencida por ese cuenta gotas de humillaciones que ya se está atrapada… la solución a una relación de violencia es romper el silencio… hablar, platicar, denunciar… porque el agresor se esconde en tu silencio…Sí, tú la víctima, eres cómplice de tu verdugo, al callar le das fuerza, permites que el entono crea que es un ser sano, te callas, lo justificas, le ayudas a mantenerse triunfante para continuar… tu eres quien calla lo que en la intimidad te rompe, lo que te mata. Lo más irónico es que una vez que acabe contigo te va a dejar; de nada va a vale lo que tú has aguantado y crees es destino, cruz o sacrificios de amor. Se va a ir a buscar a otra presa que destruir, como un felino cuando juega con un ratón y que cuando ya no se mueve ni defiende, lo desecha y va por otro.

¡BASTA! por favor ¡BASTA!

Acude a terapia, platícalo y dale una oportunidad diferente a tus hijos, a tus nietos pero sobre todo a ti… no temas sí se puede, sí puedes mantenerte a ti misma y a los niños, hay quienes estamos para apoyarte en todo lo posible, pero nada podemos hacer si tu no estas dispuesta mi querida víctima, a descubrir las razones que te llevaron a enamorarte de él, tu depredador, tu agresor, tu verdugo.

Las relaciones de pareja si pueden ser un refugio de amor y respeto, si hay quien no ultraja la dignidad de nadie y si se pueden modificar los patrones que han hecho de nuestro entorno un escandaloso secreto a voces de violencia y vacío profundo.

Las cifras:

• 70% de las mujeres experimentara algún tipo de violencia en su vida
• 73% de los noviazgos manifiestan algún tipo de violencia, entre jóvenes parejas que van de los 14 a los 25 años –que locura, permitimos que todo inicies desde el noviazgo… Que alguien me explique por favor…
• 64% de los matrimonios viven en un hogar violento
• 85% de las mujeres golpeadas, vierten su frustración en sus hijos pequeños y los lastiman ejerciendo algún tipo de violencia en contra de ellos.
• Cada 18 segundos una mujer es maltratada en el mundo.
• En México diariamente mueren seis mujeres debido a la violencia ejercida contra ellas (INMUJERES).
• De cada 10 homicidios de mujeres, 60% son cometidos por su pareja o la ex pareja (ONU).
• La violencia es la quinta causa de muerte entre las mujeres de México, cuatro de cada 10 fallecimientos suceden dentro del hogar, y tres de cada 10 en las calles.
• En Latinoamérica, 1 de cada 3 mujeres, es maltratada; 33% abusada sexualmente. El 45% son amenazadas por su pareja de muerte o con lastimar a los hijos, familiares o amigos.
• El Estado de México, Jalisco y Colima, son los estados de la República en los que se presentan 50% de todos los casos de violencia en contra de la mujer.

Indicios de violencia

no se engañen sin atención y ayuda externa, las cosas no van a cambiar, no esperes más, ve y busca ayuda.