Hacia la mitad del III milenio a.C. en el ámbito del mar Egeo se detecta una clara continuidad con el período anterior, el Calcolítico o Edad del Cobre. La población ocupaba promontorios costeros y elevaciones rocosas, en asentamientos que ya existían anteriormente, aunque, debido al continuado aumento demográfico fueron fundados otros nuevos, algunos de los cuales llegaron a alcanzar grandes dimensiones, con sólidos bastiones y fortificaciones. |