“La acción climática: componente imprescindible para la sustentabilidad”, fue la conferencia magistral que impartió la investigadora del Departamento de Economía de la Universidad Autónoma de Baja California Sur, Antonina Ivanova Boncheva, en el marco del III Seminario “Visiones actuales del desarrollo sustentable: Avances y retos de México ante el cambio climático”, que este viernes concluye en la Facultad de Economía de la Universidad de Colima. La acumulación de los gases de efecto invernadero en la atmósfera está aumentado, algunos de éstos se producen de manera natural, pero su acumulación se debe a las actividades industriales, agrícolas, mal procesamiento de desecho, entre otras circunstancias, indicó Ivanova Boncheva. Cuando estos gases se acumulan en la atmósfera, dijo, disminuye su función, pues ya no refleja los rayos solares tal y como lo hace en condiciones naturales, los atrapa “y por eso se dice que la atmósfera se calienta, por la presencia de rayos solares cuyo calor permanece más tiempo, causando el calentamiento de la tierra y los océanos de nuestro globo terrestre”. Agregó que la acumulación excesiva de estos gases se genera precisamente por la actividad de los seres humanos, motivo por el cual se dice que, aparte de algunos efectos naturales, el más importante que provoca el calentamiento global es el antropogénico, esto es, el creado por el hombre. “Nosotros como seres humanos lo hemos provocado, quiere decir que también tenemos la posibilidad de revertir estos efectos por medio de una acción colectiva, por medio de inventos de nuevas tecnologías y por su implementación”, dijo. Los gases efecto invernadero producidos por el hombre son los fluorados. El dióxido de nitrógeno se genera por la agricultura (los cultivos de arroz, por ejemplo, contienen procesos de descomposición cuyos organismos lo emanan); el metano se produce por los desechos, por la basura que no está procesada de una manera adecuada; mientras que el dióxido de carbono se origina por el proceso de deforestación y putrefacción de organismos vivos. Explicó que la mitigación permite disminuir la acumulación de gases de efecto invernadero en la atmósfera. Agregó que la adaptación natural ocurre cuando cambia el comportamiento de la fisiología de un organismo, mientras que la adaptación planeada consiste en las iniciativas y medidas diseñadas para reducir la vulnerabilidad de los sistemas naturales frente a los impactos actuales y esperados del cambio climático. Dijo que la adaptación y la mitigación pueden ser muy semejantes, “por ejemplo, en el sector industrial se recomiendan medidas muy semejantes en diferentes países, pero los impactos son muy diferentes en cada localidad”. Por eso, señaló, es importante hacer los planes de acción climática a nivel estatal o inclusive a nivel municipal porque las acciones que se tomen pueden ser diferentes, “por ejemplo, en el caso de que esperemos inundaciones o en caso de sequías, será diferente para las zonas costeras y las que están en el centro”. Finalmente, Antonina Ivanova dijo que los elementos básicos de la estrategia de adaptación consisten en planes de manejo de riesgo, relación con otros procesos de planeación, legislación y normativa; creación de redes de cooperación, instrumentos de financiamiento, información e investigación científica, educación, comunicación y responsabilidad con el desarrollo. |