Durante una actividad volcánica los científicos también tienen responsabilidades, dijo Jesús Macías, catedrático del CIESAS, durante su ponencia durante el Congreso mundial Ciudades en Volcanes. Sin embargo, las autoridades participan en estos momentos y tienen que tomar las decisiones que ayuden a una rápida respuesta de la población.

Macías, quien trabajó de cerca con la actividad volcánica del Popocatépetl en 1994, y con la del Volcán de Colima en 1998, comentó que “en ambas crisis volcánicas, pese a la incertidumbre que poseían los científicos, se tomaron medidas para evacuar y hasta reubicar a comunidades en riesgo potencial, lo que puso en duda la credibilidad del gobierno y de las instancias científicas, originando un alto costo social”, rememoró.

Las comunidades en riesgo también son parte de la responsabilidad del trabajo científico, ya que mediante el dictamen que éste arroje, las autoridades encargadas obtendrán mejores resultados de las decisiones tomadas.

De acuerdo con el científico, la amenaza volcánica tiene diferentes expresiones y asimilaciones y se debe entender que tales regulan cómo las personas participan frente a la amenaza volcánica.

Agregó que estos procesos resultaron en lecciones muy importantes que actualmente se han asimilado aunque hay problemas que todavía subsisten: “Mientras las poblaciones afectadas paguen las consecuencias, no habrá ningún proceso de aprendizaje en la comunidad científica ni en las estructuras gubernamentales de la seguridad de la población”, advirtió.

Recordó, a manera de ejemplo, a los siete geocientíficos sentenciados por un mal pronóstico en el terremoto de L’Aquila, Italia, como muestra de la importancia de tener muy claro el nivel y las distancias en la toma de decisiones cuando se hacen operaciones que tienen que ver con la sociedad.

“Los vulcanólogos deben tener conciencia y ser verdaderamente responsables. Se debe tener muy claro que cuando hablamos de riesgos y de desastres, estamos hablando esencialmente de problemas sociales”, concluyó Jesús Macías.