Autora Graciela M. Contreras Muñiz

Únicamente se puede amar lo Imperfecto

Un hombre se acercó a otro y le contó entusiasmado:

- Ahora tengo a dos mujeres. ¡No te haces idea lo fantástico que es! ¡Tendrás que probarlo tú también!

El otro se dejó convencer de buena gana y poco después contrajo matrimonio con otra mujer. En consecuencia, la primera se enojó con él y ya no quería acostarse con él. Y también la segunda mujer ya no quería saber nada de él. De repente se encontraba totalmente sólo. Así a media noche, acudió a la mezquita con toda su pena. Para su gran sorpresa, allí encontró al hombre que le había dado el consejo de las dos mujeres. Fue hacia él y le dijo:

- ¡Pero si es horrible con dos mujeres!

- Sí – contestó el otro- , sólo te lo conté porque por las noches me encontraba tan solo en la mezquita y quería tener compañía. (1)

Esta historia nos ilustra el dolor que causa estar dividido afectivamente, y con esto la relación de pareja no es la vida realizada en plenitud. Sino el dolor que causa la infidelidad.

Hoy, a las puertas de un nuevo milenio, el filósofo Andre Comte Sponville amplia la frase de Rilke Para amar hay que estar dispuesto a asumir dos soledades, la propia y la del otro. De tal forma amar representa expresarle a alguien: Sí, te quiero tal como eres. Aunque no respondas a mis sueños o a mis esperanzas, el hecho de que existas me alegra más que mis sueños. Hellinger amplia esta idea diciendo: Lo perfecto no ejerce ninguna atracción sobre nosotros, únicamente podemos amar lo imperfecto.

El amor se logra a través de la comprensión de los órdenes fundamentales de la vida. Estos órdenes no se inventan, se descubren. Este fue el camino en el que también yo llegué e estos entendimientos: mirando durante mucho tiempo, para finalmente desentrañar lo que ocurre cuando las personas actúan de una manera u otra. Y mirando no solamente lo que ocurre inmediatamente, sino aquello que transcurre a través de generaciones.

Esta observación prolongada permite descubrir cuáles son los órdenes vigentes. Por tanto, también aquí, cuando yo hablo de estos ordenes, se trata de mirar detenidamente para ver si realmente es así, aunque algunas afirmaciones puedan parecer chocantes. Pero la realidad a veces está en contradicción con nuestros deseos. Mirando detenidamente podemos comprobar si algo es válido o no. Y cuando surgen otras comprensiones nuevas, me someto a ellas. De hecho, todos estos entendimientos son como la vida misma, que también fluye constantemente. Crecen paso a paso.

Por tanto les invito a acompañarme en el camino del conocimiento para descubrir cómo se logra el amor.

Johannes Neuhauser
Linz, noviembre de 1999

Hablar de amar lo imperfecto, nos pone en la posibilidad de tomar a la pareja tal y como es; con sus limitaciones, sus valores, sus creencias, sus fortalezas y muchas características más, que nos hacen o nos hicieron compartir el amor con él o con ella. Bert Hellinger dice; que el hombre toma a la mujer porque nota que como hombre le falta la mujer, y la mujer toma a un hombre porque nota que como mujer le falta el hombre. A cada una de ellos le falta aquello que el otro tiene, y cada uno puede dar lo que el otro necesita. Por tanto, para que una relación de pareja se logre, el hombre tiene que ser hombre y seguir siéndolo, y la mujer tiene que ser mujer y seguir siéndolo, y la mujer tiene que ser mujer y seguir siéndolo.Cuando el hombre toma a la mujer como su mujer, y la mujer toma al hombre como su hombre, la pareja consuma su amor como hombre y como mujer. Esta consumación del amor tiene efectos profundos en el alma. A través de ella, el hombre y la mujer se vinculan de manera indisoluble. Después ya no están libres, aunque lo quieran. Cuando la consecuencia de esa relación son los hij@s. y ahí podemos mirar la grandeza de la sexualidad. A través de la consumación del amor se crea un vínculo profundo entre el hombre y la mujer. Este vínculo es indisoluble, pero no por el hecho de contraer el matrimonio, o haber estado en unión, sino por la consumación del amor. La sexualidad impulsa la vida, por encima de todos los obstáculos. En este sentido la sexualidad es más grande que el amor. Cuando la pareja se ama mirándose a los ojos, el acto se convierte en realización de su amor mutuo. El reconocimiento de la grandeza de la consumación es la condición más importante para que el amor se logre.

El amor se basa en la igualdad en el desear y en el conceder. El amor únicamente se logra cuando ambos compañeros están seguros de que su deseo encuentra cobijo en el otro, es decir, cuando ambos desean.

La relación de pareja se logra a través de una compensación continua entre dar y tomar, unida al amor. Así, a través de la necesidad de equilibrio unida al amor, se da un intercambio siempre creciente, un gran movimiento entre dar y tomar. Este intercambio positivo es uno de los pilares de una buena relación de pareja. De lo bueno un poco más, de lo malo un poco menos. Aquí el principio de equilibrio que mantiene unida a la pareja y por la idea de que solamente se puede permanecer si creemos en lo siguiente.

Únicamente se puede amar lo Imperfecto

(1) Neuhauser, Johannes (ed.) LOGRAR EL AMOR EN LA PAREJA Herder 1999 Barcelona. Pág. 11